TEGUCIGALPA.- Una agrónoma coloca
trampas en una zona boscosa en las afueras de Tegucigalpa para
monitorear el regreso de un insecto que años atrás destruyó extensas
superficies de pinares. Su aparición se debió a una sequía provocada por
El Niño, un fenómeno que amenaza nuevamente la agricultura y las
fuentes de agua de consumo en Centroamérica.
"Hay preocupación"
con el insecto, afirma Cristel Castro, del estatal Instituto de
Conservación Forestal (ICF), mientras revisa una de las trampas en una
montaña de Valle de Ángeles, unos 15 km al este de la capital hondureña.
"Pero es bueno que haya preocupación para estar alertas".
En enero pasado, el presidente Juan Orlando Hernández
alertó de un rebrote del llamado gorgojo, cuyo nombre científico es
Dendroctonus frontalis, que entre 2013 y 2017 destruyó 511.000 de las
1,9 millones hectáreas de coníferas de Honduras.
El gorgojo
destructor reapareció en momentos en que América Central afronta una
severa sequía que causa pérdidas en cosechas y drásticos racionamientos
de agua para consumo humano, que puede agudizarse por el fenómeno
climático de El Niño.
El Programa Mundial de
Alimentos (PMA) señaló en un informe que "después de varios meses de
coqueteo, el océano tropical del Pacífico y la atmósfera parecen haberse
acoplado (...) y ahora cumplen con los criterios para las condiciones
de El Niño".
El fenómeno agrava las condiciones de sequía en el
Corredor Seco Centroamericano, que se extiende desde el noroeste de
Costa Rica por el litoral Pacífico hasta Guatemala.
El
ambientalista Ricardo Navarro, del Centro Salvadoreño de Tecnología
Apropiada (Cesta), explica que las proyecciones indican que será un
"Niño moderado" aunque instó a los países a prepararse porque el
fenómeno afectará a los agricultores de la región.
El Salvador aun resiente
la sequía de 2018 que, de acuerdo con un estudio de la Dirección de
Economía Agropecuaria, arruinó 20.303 hectáreas que debieron producir
2,1 millones de quintales de maíz, lo cual representó el 13,35% de la
producción esperada en la primera siembra.
En Guatemala en lo que
va de este año se reportan pérdidas de cultivos de maíz y frijol "por
escasez de lluvias" que han afectado a 894 familias en seis municipios
del norteño departamento de Petén, fronterizo con México y Belice, de
acuerdo con su ministro de Agricultura, Ganadería y Alimentación, Mario
Méndez.
El funcionario anunció una estrategia para minimizar el
impacto en 291.725 familias de agricultores pobres en Guatemala por una
eventual escasez de agua prolongada durante 2019.
Por su parte
Honduras sufre escasez de agua en algunas zonas, como en la capital,
donde solo hay disponibilidad del líquido cada cuatro días, al bajar el
nivel de las dos grandes represas que en temporada lluviosa almacenan
unos 50 millones de metros cúbicos.
Muchos usuarios, en especial
en áreas de mayor pobreza, se ven obligados a comprar agua a camiones
cisternas ante la falta de abastecimiento por la cañería.
Como en
los demás países, el grueso de los cultivos de granos básicos como maíz y
frijoles empieza en Honduras en mayo, con las primeras lluvias de la
temporada que se prolongan hasta a noviembre.
Nicaragua también se reportó flagelada por la sequía que en 2018 provocó pérdidas en agricultura y ganadería.
En Costa Rica, los
productores del norte alertaron que la producción de tubérculos y frutos
está en riesgo y el país podría tener que importar el arroz por la
disminución del área de siembra.
Cerca de 300.00 usuarios
costarricenses presentan problemas de desabastecimiento de agua y podría
aumentar, según Alex Solís, jefe de la Comisión Nacional de
Emergencias, que coordina un comité de atención al fenómeno climático.
El Ministerio de Agricultura y
Ganadería de Costa Rica también teme la reaparición de plagas que
afectan cultivos de frutas, que ya han aparecido en otras partes de
Centroamérica.
Tales plagas son producto del aumento en las temperaturas, según los expertos.
Ese
es el caso del insecto destructor de pino en Honduras: aumenta su
presencia con la sequía hasta secar el árbol, y la prevención consiste
en cortar el pino infectado para contener su propagación, según Cristel
Castro.
La experta hondureña considera que los rebrotes del
gorgojo han sido detectados a tiempo en pinos aislados en 31 hectáreas,
distribuidas en diferentes departamentos, que han sido puestas en
cuarentena para prevenir otra destrucción lamentable.
"Lo más
lamentable es que los fenómenos del cambio climático encuentran a los
centroamericanos sin educación ambiental, porque no se toman en serio
los efectos a pesar de las pérdidas millonarias que tenemos casi todos
los años", sostuvo el ambientalista Navarro.
Sin
embargo, el Fondo de Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO) anunció el proyecto Acción Temprana para proteger los
medios de vida de los hogares más vulnerables a la sequía en el Corredor
Seco Centroamericano, con el que "busca fortalecer las capacidades
institucionales locales y nacionales para la gestión de los riesgos
agrícolas recurrentes".
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