SANTIAGO.- El
presidente de Chile, Sebastián Piñera, se dio un plazo de un mes para
convencer a la oposición de que su reforma tributaria impulsará el
crecimiento económico y no la desigualdad, como sospechan en las filas
opositoras.
En
una conferencia de prensa el lunes en una pastelería de Santiago,
elegida para mostrar cómo la reforma fiscal ayudará a las pequeñas y
medianas empresas, Piñera pidió a los parlamentarios que aprueben la
idea de legislar sobre el proyecto de ley, un paso necesario en Chile
antes de que el Congreso pueda votar.
Piñera,
cuyo gobierno no tiene mayoría en el Congreso, asegura que el proyecto
de ley potenciará la inversión y estimulará el crecimiento. Por su
parte, la oposición insiste en que ampliará la desigualdad al permitir
que accionistas usen los impuestos corporativos como un crédito para el
pago de sus impuestos a la renta.
A medida que el debate crece, se ha
convertido en una iniciativa emblemática para un gobierno que después de
un año de mandato ha sido criticado por carecer de ambición
legislativa.
"Si
la idea de legislar se rechaza definitivamente sería un escenario muy
negativo para el gobierno, porque no podría volver a proponerla hasta el
próximo año", comentó Gonzalo Polanco, director ejecutivo del Centro de
Estudios Tributarios de la Universidad de Chile.
Una
desaceleración del crecimiento añade urgencia al debate. La economía
creció 2,4 por ciento en enero respecto al año anterior, el segundo
ritmo más lento en más de un año, mientras las ventas minoristas se
frenaron.
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