SHANGHÁI.- Las exportaciones de China registraron el mes pasado su descenso más
brusco en tres años, mientras que las importaciones cayeron por tercer
mes consecutivo, lo que apunta a una mayor desaceleración de la economía
a pesar de las medidas de estímulo.
Si bien tras la caída podría
haber factores estacionales, estas lecturas sorprendentemente débiles
en el país con mayor peso comercial del mundo se sumaron a las
preocupaciones sobre una desaceleración de la economía mundial, después
de que el Banco Central Europeo recortase los pronósticos de crecimiento
para la región.
Los mercados de valores asiáticos y los futuros
de Estados Unidos ampliaban las caídas tras los datos. En China, las
bolsas se hundían más del 3 por ciento.
Las
exportaciones chinas cayeron en febrero un 20,7 por ciento respecto al
año anterior, el mayor descenso desde febrero de 2016, según mostraron
datos de aduanas. Los economistas encuestados por Reuters esperaban una
caída muy inferior: del 4,8 por ciento después del inesperado salto del
9,1 por ciento de enero.
“Las cifras comerciales de hoy refuerzan
nuestra opinión de que la recesión comercial de China ha comenzado a
surgir”, dijo en un informe Raymond Yeung, economista jefe de ANZ.
Las
importaciones cayeron un 5,2 por ciento en febrero respecto al año
anterior, peor que los pronósticos de los analistas de una caída del 1,4
por ciento y después de la caída del 1,5 por ciento de enero. Las
importaciones de productos básicos importantes cayeron de forma
generalizada.
Esto
dejó al país con un superávit comercial de 4.120 millones de dólares en
febrero, muy por debajo de una previsión media de 26.380 millones.
Estos
flojos datos comerciales de China se producen en medio de meses de
intensas negociaciones entre Washington y Pekín encaminadas a poner fin a
una larga guerra comercial.
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