Algunas personas hablan de Basilea III como si fuera el último grito
en regulación bancaria, pero no es nuevo sino algo viejo y caduco de
hace ocho o nueve años, ya que lo nuevo que se está gestando
ahora se llama Basilea IV. Es decir, que nos están vendiendo
pescado podrido. Los Acuerdos de Basilea III se refieren a un
conjunto de propuestas de reforma de la regulación bancaria,
publicadas a partir del 16 de diciembre de 2010.
El comité de Basilea IV intenta poner coto a los
desmanes producidos por la carnicería económica de la crisis de
2008, que no tardó en transformarse en una masacre
humanitaria con miles de suicidios y familias arruinadas, pérdidas
mil millonarias en salarios y puestos de trabajo, y muertes
prematuras de jubilados privados de su sustento,
saqueados con la bendición de unas cuantas instituciones con
creativas ingenierías contables y misteriosas ventas fraudulentas
de productos financieros, diseñados para estafar la confianza
de incautos.
Basilea IV es el conjunto directivas y reglamentos
comunitarios que recogen las pautas y recomendaciones del Comité
de Supervisión Bancaria en el Banco Internacional de Pagos (BIS).
Quiere completar el Basilea III, porque el punto
de partida de Basilea IV es reformar o cubrir las
deficiencias del Basilea III con un triple objetivo:
reforzar la estabilidad financiera, que haya confianza entre los
bancos y aumentar la resistencia
financiera.
Este proceso supone un camino contrario al de Estados Unidos, cuyo
Presidente Trump pretende quitar carga burocrática a
estas normas tan complejas que exigen tantos requisitos a la banca.
CAMBIO COSMÉTICO
Hace unos años, los bancos temían ser obligados a aprovisionarse de
cientos de miles de millones de euros para responder ante un timo
semejante al conocido como la crisis económica de 2008, pero ahora
Basilea IV recibe el aplauso de la banca, porque no va a cambiar
casi nada.
Los analistas más expertos advierten que el sistema bancario
europeo está infra-capitalizado, y por eso Francia y Alemania
pretenden saldar un cambio cosmético para que nada cambie,
dejando las cosas preparadas para la próxima gran estafa, si no nos
arrojan antes el salvavidas del Sistema Financiero Cuántico QFS.
En el caso de la banca española, los analistas de Citibank
consideran que el impacto sería muy manejable, y creen que tendrá
un choque muy limitado en los retornos sobre el capital de las
entidades del país. En el banco americano siguen a Santander,
Bankia, Bankinter y CaixaBank, y otorgan a todos ellos una
recomendación.
REGLAS ANTIGUAS
Basilea III ha pasado a ser parte de la historia de la regulación
financiera internacional, y no porque se haya decidido abandonar su
estructura regulatoria, o porque haya perdido vigencia, sino porque
se considera que su etapa de implementación debe concluir, y dar
paso a una nueva fase.
Las reglas de Basilea III aumentaron la cantidad de capital que
los bancos deben tener, y establecieron un índice de capital
básico del 6%. La fecha límite para la implementación técnica
de Basilea III es 2019, pero los desarrollos recientes en el mercado
bancario han sugerido que se pueden aplicar reglas aún más
estrictas en un marco posterior, denominado Basilea IV.
Por ello, el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea
publicó un documento de consulta en el que buscaba opiniones sobre
el plan para cambiar la forma en que se calculan los requisitos del
capital y los riesgos del mercado.
Este nuevo cambio en la regulación bancaria no es otro cosa que un
aviso a navegantes para protegerse de la tormenta perfecta que se
avecina llamada Sistema Financiero Cuántico QFS, que será
incompatible con los usos y costumbres tradicionales del viejo
sistema bancario, basado en la deuda, que actualmente hace aguas
por todas partes.
NUEVA REGULACIÓN
Basilea IV es un término introducido por los cambios acordados en
2016 y 2017 a las normas bancarias internacionales conocidas como
los Acuerdos de Basilea. Los reguladores argumentan que estos
cambios están completando la mayoría de las reformas de Basilea
III, acordadas en detalle en 2010. Los críticos de la reforma, en
particular los de la industria bancaria, argumentan que Basilea IV
requiere un aumento significativo en el capital, y debía
tratarse como una ronda distinta de reformas.
Como consecuencia del desastre de 2008 el Comité de
Basilea surgió para endurecer las reglas del sistema
bancario. La excesiva opacidad en el cálculo y los modelos de
riesgo establecidos por los propios bancos imposibilitan evaluar los
riesgos que suponen los miles de millones de hipotecas
basura ocultos en las carteras bancarias. Dicha
opacidad permitió la estafa de las hipotecas ‘subprimes’,
pero la rebelión liderada por los bancos franceses y alemanes
condujo a una solución de agua de borrajas propuesta
por Basilea IV. Todo está preparado para una nueva ronda de lo
mismo.
Según opina “The Financial Times”, el
mundo bancario sale indemne de esta nueva regulación,
porque no va a implicar aumentos significativos de los fondos propios
en los bancos para cubrir sus riesgos.
DIEZ AÑOS
Pero las cosas de palacio van despacio para los supervisores
internacionales del mundo financiero, ya que el Comité de
Supervisión Bancaria de Basilea estima que el acuerdo para
afrontar las crisis bancarias tardará diez años en aplicarse,
es decir, para el año 2027, mucho después de la tormenta perfecta
prevista.
Pero los gobernadores y autoridades de supervisión no se han
puesto de acuerdo para aplicar una nueva estimación del riesgo
bancario, por su exposición a la deuda soberana, que estuvo en
el origen de la gran crisis en Europa. La deuda de los Estados se
seguirá considerando sin riesgo para los países de la OCDE,
según los criterios establecidos en Basilea I, que se aprobaron en
1988.
Esta reforma del acuerdo de Basilea, que establece las nuevas normas
mundiales para medir la solvencia de los bancos, y armonizar y
reforzar las exigencias de fondos propios de las entidades
financieras, ha tardado diez años
en alcanzarse, y tardará otros diez años
en entrar en
funcionamiento. Pero yo no creo que el viejo sistema
financiero aguante tantos años.
CAMBIOS
El Comité de Basilea considera que con poco más de 90.000 millones
de euros, el conjunto de los grandes bancos estarán suficientemente
aprovisionados para hacer frente a cualquier futura eventualidad. Sin
embargo, la Federación Bancaria Europea barajaba cifras destinadas a
este fin un agujero del orden de los 850.000 millones de euros de
capital adicional, pero con la nueva regulación los grandes bancos
europeos tendrán ‘suficiente’ con un aporte adicional de 36.700
millones.
Basilea IV introduce cambios que limitan la reducción de capital que
puede resultar del uso de los bancos de modelos internos bajo el
enfoque basado en calificaciones internas. Esto incluye:
-
El requisito de capital siempre será al menos el 72,5% según el enfoque normalizado.
-
Una reducción simultánea en las ponderaciones de riesgo estandarizadas para préstamos hipotecarios de bajo riesgo.
-
Exigir a los bancos que alcancen índices de apalancamiento máximos más altos.
-
Un mayor índice de apalancamiento para los bancos de importancia sistémica mundial, con un aumento igual al 50% del capital ajustado al riesgo.
-
Revelación más detallada de reservas, y otras estadísticas financieras.
-
Solo los bancos británicos pueden tener que reunir otros cincuenta mil millones de libras esterlinas en capital para cumplir con los requisitos de Basilea IV.
-
Se estima que el índice de capital promedio para los principales bancos europeos se reducirá en un 0,9%, con el mayor impacto en los bancos de Suecia y Dinamarca del 2,5% al 3%.(*) Periodista español
Exención
de responsabilidad.-
Lo
relatado
se
basa en
una descripción general de la situación actual basada en fugas de
inteligencia recibidas de varias fuentes que, pueden
o no pueden
ser exactas,
pero
que tienen
visos de veracidad y mucho sentido común.
Otras
fuentes confirmadas también se
pueden
incluir en esta descripción general.-
Como
siempre, se recomienda a los lectores que utilicen
su discernimiento
ya que algunas de las fuentes e información de los medios de
noticias alternativos no se
pueden verificar como exactos.- Muchos
no se creen las buenas noticias porque se agarran a las viejas formas
pesimistas
de pensar, y lo que viene ahora es absolutamente nuevo y bueno. No
tiene nada que ver con el pasado porque es el despertar de la
humanidad.
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