WASHINGTON.- La Reserva Federal está evaluando en detalle el reciente incremento
de las quiebras de granjas, que es una señal de estrés en la economía
agrícola, dijo el jueves la gobernadora del banco central Michelle
Bowman.
“El panorama desafiante ha llevado a algunos a
preguntarse si la industria está cerca de revivir los duros tiempos de
la crisis agrícola de la década de 1980”, afirmó Bowman en declaraciones
preparadas en una conferencia sobre préstamos agrarios en Deming, Nuevo
México. “Hay algunas similitudes”.
Bowman destacó que las
declaraciones de bancarrota por el Capítulo 12 -un tipo de protección
dirigida sobre todo a pequeños productores- subió de 360 en 2014 a 500
en 2018.
“La Reserva Federal analiza en detalle estos
acontecimientos por sus implicaciones potenciales tanto para la economía
como para la supervisión bancaria”, afirmó Bowman en declaraciones que
no se refirieron al panorama de la política monetaria estadounidense.
Según
dijo, el reciente declive en las ganancias agrícolas representan un
“eco inquietante” de los años 80’. No obstante, destacó que hay
diferencias sustanciales entre el estado actual de la economía agrícola y
los días más oscuros de aquella década.
Los
costes de pago de la deuda para los granjeros son más reducidos en la
actualidad, en parte porque la inflación y los tipos de interés están en
un nivel históricamente bajo y porque el apalancamiento en el sector no
es tan alto, afirmó.
Bowman afirmó que otro contraste con los
años 80’ es que el valor de la tierra de labranza ha declinado de forma
modesta en los últimos años. Esto significa que los bancos que ofrecen
préstamos en la actualidad a los granjeros lo hacen basándose en un aval
relativamente fuerte.
“El panorama para la agricultura
estadounidense es desafiante, aunque los bancos agrícolas siguen
relativamente estables”, indicó Bowman.
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