LONDRES.- La salida del Reino Unido de la Unión Europea volvió a tambalearse el
domingo mientras la primera ministra, Theresa May, enfrenta un posible
complot de los ministros para derrocarla y el parlamento se prepara para
tomar el control del Brexit de manos del gobierno.
En una de las
encrucijadas más importantes para el país desde la Segunda Guerra
Mundial, la situación de los políticos británicos es compleja y, casi
tres años después del referéndum de 2016, todavía no está claro cómo,
cuándo o si se llevará a cabo el Brexit.
Con May humillada y
debilitada, algunos ministros insistieron en que ella y el gobierno
británico todavía estaban a cargo del país, y que la mejor opción era
todavía que el parlamento ratificara el acuerdo de divorcio del Brexit
que ya fue rechazado tajantemente en dos ocasiones.
Mientras
cientos de miles de personas marchaban por el centro de Londres el
sábado para exigir otro referéndum sobre el Brexit, May fue el sujeto de
lo que el Sunday Times calificó como un “golpe” de los ministros
principales que intentaban expulsarla.
El periódico citó sin
identificar a 11 ministros principales y dijo que habían acordado que
la primera ministra debería retirarse, advirtiendo de que se había
convertido en una figura tóxica e irregular cuyo juicio se había
desvanecido.
Cuando la cadena Sky preguntó al ministro de
finanzas Philip Hammond sobre los artículos del Sunday Times y otros
periódicos sobre un complot, señaló: “No. No creo que ese sea el caso”.
“Cambiar
de primer ministro no nos ayudaría”, dijo Hammond. “Hablar de cambiar a
los jugadores en el tablero, francamente, es autoindulgente en este
momento”.
Hammond
dijo que la mejor manera de avanzar sería que el parlamento respaldase
el acuerdo de May, aunque reconoció que tal vez no se apruebe y que, por
lo tanto, el parlamento debería tratar de encontrar una manera de poner
fin al impasse.
“Soy realista en el sentido de que es posible
que no podamos obtener una mayoría para el acuerdo de la primera
ministra (sobre el Brexit) y, si ese es el caso, entonces el parlamento
tendrá que decidir no solo sobre lo que está en contra, sino sobre en
qué está a favor”, dijo.
Cuando se le preguntó acerca de las
posibles opciones para el Brexit, Hammond dijo que no estaba seguro de
que hubiera una mayoría en el parlamento para un segundo referéndum,
pero que era una propuesta coherente.
“Está claro que habrá una
oportunidad en los próximos días para que la Cámara de los Comunes, si
no aprueba el acuerdo de la primera ministra, intente encontrar una
mayoría con otra propuesta que pueda seguir adelante”, dijo Hammond.
Estaba previsto que el Brexit se hiciera efectivo el 29 de marzo
antes de que May asegurara un retraso en las conversaciones con la UE el
jueves.
Ahora se aplicará la fecha de salida del 22 de mayo si
el parlamento respalda a la primera ministra y puede aprobar su acuerdo.
Si no lo hace, Gran Bretaña tendrá hasta el 12 de abril para ofrecer un
nuevo plan o decidir dejar la UE sin un tratado.
Algunos
diputados pidieron a May que pusiese fecha a su marcha como precio a
pagar para respaldar su trato, aunque todavía no estaba claro cuándo
podría tener lugar una tercera votación.
Si
el acuerdo de May muere, el parlamento intentará encontrar una opción
diferente, lo que abre una serie de posibilidades que incluyen un
divorcio mucho más suave de lo que May había pretendido, un referéndum,
una revocación del acta de divorcio del artículo 50 o incluso una
elección.
El secretario del Brexit, Steve Barclay, insistió en
que el acuerdo de May era la mejor opción e instó a los políticos a
apoyar a la primera ministra.
“El gobierno y la primera ministra están a cargo”, dijo Barclay.
El Sunday Times informó de que el sucesor de facto de May, David
Lidington, era uno de los candidatos a ser primer ministro interino,
pero otros están presionando para que sea el secretario de Medio
Ambiente, Michael Gove, o el secretario de Relaciones Exteriores, Jeremy
Hunt.
“No creo que tenga ningún deseo de asumir el cargo del
primer ministro, creo que (ella) está haciendo un trabajo fantástico”,
dijo Lidington a periodistas junto a su domicilio.
“Una cosa que
hace trabajar estrechamente con el primer ministro es curarte por
completo de cualquier ambición por querer hacer esa tarea”, bromeó.
Está
previsto que los legisladores debatan el lunes una moción del gobierno
que dice que el parlamento ha considerado una declaración hecha por May
el 15 de marzo que establece los próximos pasos del gobierno en relación
al Brexit, incluido el plan para buscar un retraso.
Probablemente
propondrán cambios o enmiendas a esta moción para establecer vías
alternativas para el Brexit. Entre ellas, previsiblemente se incluirá
una propuesta para someter a votación pública el acuerdo de May.
Si
bien las enmiendas no son legalmente vinculantes, sino que presionan
políticamente a May para cambiar el rumbo, los legisladores podrían
hacer uso de una para intentar cambiar las reglas del parlamento y
arrebatar el control del proceso de Brexit al gobierno.
Unas
elecciones británicas podrían ser la consecuencia de que el parlamento
tomase el control del proceso de Brexit si los diputados respaldan
mayoritariamente las propuestas contrarias a las promesas por las que el
gobierno fue elegido, dijo Barclay.
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