MADRID.- El Banco de España ha decidido mantener en el 0% el valor del colchón de capital anticíclico (CCA) aplicable a las exposiciones crediticias en España durante segundo trimestre de 2019.
Según
ha informado la institución, el análisis de los indicadores que alertan
de la aparición de riesgo sistémico asociado al crecimiento excesivo
del crédito amparan, en estos momentos, el mantenimiento del CCA en el
0%.
No obstante, apunta a la necesidad de hacer un seguimiento
"cuidadoso" de la evolución y de las proyecciones hacia futuro de los
indicadores cuantitativos analizados.
Con la información
disponible, referida a septiembre de 2018, la estimación de la brecha
entre crédito y Producto Interior Bruto (PIB) se situaría en terreno
"muy negativo" (-48,3 puntos porcentuales) y "muy por debajo" del nivel
de 2 puntos porcentuales establecido por el Banco de España como
referencia para la posible activación del CCA.
En
la fijación del porcentaje del CCA se han tenido también en cuenta
otros indicadores alternativos debido a las limitaciones técnicas de la
medición mediante la brecha entre el crédito y el PIB, que permiten
contrastar y detectar con prontitud señales de desequilibrios cíclicos
de crédito.
Así, otros indicadores sí que muestran que el
crédito habría seguido aumentando en el último trimestre, aunque
continúa siendo negativo (-1,8%). El nivel medio de las estimaciones de
la desviación de los precios en el sector inmobiliario en relación con
su tendencia de medio plazo ha aumentado en el trimestre e incorpora ya
valores positivos.
Por su parte, la ratio del servicio de
la deuda de empresas y hogares sobre su renta disponible se habría
mantenido estable en el trimestre y, por último, el saldo de la balanza
por cuenta corriente, en relación al PIB, se habría reducido de forma
significativa aunque se mantiene en superávit (0,3% del PIB en el
trimestre).
El CCA es un instrumento macroprudencial cuyo objetivo
es reforzar la solvencia bancaria y suavizar el ciclo crediticio,
obligando a las entidades a acumular colchones de capital durante
períodos expansivos, que puedan ser utilizados posteriormente durante
las crisis.
Esta decisión de política macroprudencial se adopta en
el marco de las competencias otorgadas al Banco de España por la Ley
10/2014 de ordenación, supervisión y solvencia de entidades de crédito, y
por el Real Decreto 84/2015 y la Circular del Banco de España 2/2016,
que la desarrollan.
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