WASHINGTON.- El presidente Donald Trump, el autoproclamado "hombre de los aranceles", se convertirá en el hombre de los 100.000 millones de dólares.
Si
las tendencias del año pasado y las expectativas de los economistas se
mantienen, los datos comerciales que se publicarán el miércoles
mostrarán que el déficit de EE.UU. en el comercio de bienes y servicios
con el mundo superó los 600.000 millones en 2018.
Eso significa que
durante la presidencia de Trump el déficit comercial de EE.UU., la
principal medida por la cual él juzga que los países ganan o pierden, ha
crecido más de 100.000 millones.
Dicho
de otra manera, según su propio punto de referencia, EE.UU. está 20 por
ciento peor que a fines de 2016, justo antes de que Trump asumiera el
cargo.
A
los economistas no les gusta insistir demasiado en la balanza comercial
de EE.UU. En general, es una medida contable que a menudo se mueve en
direcciones inversas a la salud de la economía.
La
mayor contracción registrada del déficit comercial de EE.UU. ocurrió en
2009, cuando se redujo en más de 300.000 millones en un solo año
como resultado de la recesión que se estaba produciendo en ese momento y
el consiguiente colapso de la demanda de bienes importados en EE.UU.
(como resultado en gran parte de esa caída, el déficit de bienes y
servicios de EE.UU. con el mundo se contrajo en más de 200.000
millones durante los ocho años de presidencia de Barack Obama).
A
pesar del nombre, los déficits comerciales tienden a tener menos que
ver con la política comercial que, en general, con la política
macroeconómica.
En
los primeros 11 meses de 2018, el déficit de EE.UU. en bienes y
servicios con el mundo aumentó 52.000 millones, o alrededor de 10 por
ciento, respecto al mismo periodo de 2017. Si ese patrón se mantiene en
los datos de diciembre publicados el miércoles, y los economistas
sondeados por Bloomberg predicen que lo harán, el déficit se habrá
ampliado a alrededor de 610.000 millones en 2018. En 2016 fue de 502.000 millones.
Los
impulsores inmediatos del aumento en el déficit comercial bajo Trump
han sido la expansión fiscal por los recortes de impuestos que impulsó a
través del Congreso y el dólar más fuerte.
Los
partidarios de Trump insisten en que está abordando el déficit a través
de sus negociaciones comerciales con China y otros socios comerciales
estadounidenses. También apuntan a su renegociación del TLCAN como algo
que ayudará a reducir el déficit comercial de EE.UU. a largo plazo.
Pero
la política comercial de Trump también contribuyó de manera importante
al crecimiento del déficit comercial en 2018. Los aranceles que amenazó y
luego impuso a las importaciones chinas provocaron el afán de los
importadores por adelantarse a los nuevos aranceles, lo cual impulsó un
aumento de tráfico entrante en los puertos de la costa oeste el año
pasado. Los aranceles de represalia que Trump provocó en China también
afectaron a las principales exportaciones agrícolas de EE.UU., como la
soja.
Además,
sus ataques y amenazas de imponer aranceles a sus socios comerciales
como China y la Unión Europea también han contribuido a la
desaceleración de esas economías y, por lo tanto, de su demanda de
productos estadounidenses.
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