domingo, 3 de marzo de 2019

El izquierdista Sanders vuelve a intentarlo en EEUU

NUEVA YORK.- El senador estadounidense independiente Bernie Sanders inició este fín de semana su campaña para las primarias del Partido Demócrata ante varios miles de seguidores en el Brooklyn College de Nueva York, instando a una "revolución política que va a transformar Estados Unidos".

"La campaña, no solo va a ganar las primarias, no solo va a ganar a (el presidente) Donald Trump, que es la persona más peligrosa en la historia moderna de Estados Unidos. Con vuestra ayuda, vamos a transformar el país y crear una economía y un Gobierno para todos, no solo para el 1 por ciento", declaró el candidato, de 77 años.
Aclamado una y otra vez por sus seguidores, que acudieron a la cita a pesar de que las temperaturas no subieron de los cero grados, recordó los lemas sociales que le han hecho famoso y por los que Trump le ha apodado el "loco Bernie".
Fiel a su discurso, Sanders, que en 2016 cayó en la primarias demócratas ante Hillary Clinton, prometió cobertura médica universal, impuestos para las grandes corporaciones, ayuda a los emigrantes, educación pública y reducción de los gastos militares; unas propuestas que no son del gusto del sector más conservador demócrata y que el partido republicano de Trump tilda de "radicales".
"Si no permitimos a Trump y a sus amigos dividirnos, si nos mantenemos juntos blancos, negros, latinos (...), la gente de la ciudad y del campo (...), el futuro será extraordinario y no habrá nada que no seamos capaces de realizar", dijo el candidato, que eligió como su primera cita de campaña para las primarias la Universidad de Brooklyn, donde estudió, y el barrio donde nació.
Sanders, que recordó y subrayó sus orígenes -hijo de un inmigrante polaco judío-, también declaró la guerra a las grandes corporaciones económicas del país, como Amazon o Netflix, y cargó contra un sistema que, según él, sostienen las empresas de Wall Street.
"Los ricos y las multinacionales van a empezar a pagar los impuestos", declaró, antes de criticar los ingentes gastos militares de Estados Unidos, "mayores que las diez naciones con más gasto" en defensa, y prometer que utilizará este presupuesto para construir viviendas, educación pública e infraestructuras.
"Vamos a ganar estas elecciones, no porque tengamos un superpresupuesto pagado por millonarios, sino porque estamos juntando la mayor campaña de base de la historia", dijo el candidato independiente, que llamó también a cambiar las leyes que controlan la financiación de las campañas electorales.
En este sentido, Sanders, que también lanzó varias promesas populistas como la creación de trabajos federales para todos en cuanto llegue a la Casa Blanca, advirtió de que el sistema actual, con Trump a la cabeza, "hará todo lo posible para defender sus intereses financieros".
"Tienen dinero ilimitado a su disposición, pero nosotros tenemos algo que ellos no tienen, nosotros tenemos al pueblo unido", dijo Sanders ante sus seguidores, que lo interrumpieron en varios momentos del mitin al grito de "Bernie, Bernie".
"No es Bernie", les interrumpió el orador en una de las ocasiones: "Sois vosotros, somos nosotros juntos".
Sanders parte con fuerza en la campaña de las primarias, pero si quiere concurrir en los comicios presidenciales deberá batir a varias personalidades demócratas que ya han anunciado sus aspiraciones a sentarse en el Despacho Oval, como los senadores Kamala Harris, Cory Booker, Amy Klobuchar, Elizabeth Warren y Kirsten Gillibrand.
"Sanders es el más consistente de los candidatos, sus principios no han cambiado, por eso hemos venido hoy a apoyarlo", dijo Michelle Downing, una trabajadora social que participaba en el mitin.
Para Downing, aunque muchos líderes demócratas han adoptado como propios algunos de los principios sociales de Sanders -que defiende el aborto, pide la despenalización del uso de la marihuana, aboga por la lucha contra el cambio climático o solicita el aumento del sueldo mínimo a nivel nacional-, el candidato de Brooklyn es el más auténtico.
Por su parte, Wall Dieron, un pastor religioso del barrio, aseguró que apoya Sanders porque está con la comunidad negra.
"Nuestra comunidad tiene un gran problema con las armas y la inmigración", dijo. Dieron antes de resumir por qué respalda a Sanders: "Necesitamos una revolución social".
Una revolución que, si Bernie Sanders llega a la Casa Blanca, comenzará, ente otras cosas, acabando con el racismo institucional, garantizando un salario mínimo o evitando el declive de la América rural, una promesa dirigida también al electorado tradicionalmente considerado más cercano a los republicanos.

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