NUEVA YORK.- El senador estadounidense independiente Bernie Sanders inició
este fín de semana su campaña para las primarias del Partido Demócrata ante
varios miles de seguidores en el Brooklyn College de Nueva York,
instando a una "revolución política que va a transformar Estados
Unidos".
"La campaña, no solo va a ganar las primarias,
no solo va a ganar a (el presidente) Donald Trump, que es la persona más
peligrosa en la historia moderna de Estados Unidos. Con vuestra ayuda,
vamos a transformar el país y crear una economía y un Gobierno para
todos, no solo para el 1 por ciento", declaró el candidato, de 77 años.
Aclamado
una y otra vez por sus seguidores, que acudieron a la cita a pesar de
que las temperaturas no subieron de los cero grados, recordó los lemas
sociales que le han hecho famoso y por los que Trump le ha apodado el
"loco Bernie".
Fiel a su discurso, Sanders, que en 2016 cayó en la
primarias demócratas ante Hillary Clinton, prometió cobertura médica
universal, impuestos para las grandes corporaciones, ayuda a los
emigrantes, educación pública y reducción de los gastos militares; unas
propuestas que no son del gusto del sector más conservador demócrata y
que el partido republicano de Trump tilda de "radicales".
"Si no
permitimos a Trump y a sus amigos dividirnos, si nos mantenemos juntos
blancos, negros, latinos (...), la gente de la ciudad y del campo (...),
el futuro será extraordinario y no habrá nada que no seamos capaces de
realizar", dijo el candidato, que eligió como su primera cita de campaña
para las primarias la Universidad de Brooklyn, donde estudió, y el
barrio donde nació.
Sanders, que recordó y subrayó sus orígenes
-hijo de un inmigrante polaco judío-, también declaró la guerra a las
grandes corporaciones económicas del país, como Amazon o Netflix, y
cargó contra un sistema que, según él, sostienen las empresas de Wall
Street.
"Los ricos y las multinacionales van a empezar a pagar los
impuestos", declaró, antes de criticar los ingentes gastos militares de
Estados Unidos, "mayores que las diez naciones con más gasto" en
defensa, y prometer que utilizará este presupuesto para construir
viviendas, educación pública e infraestructuras.
"Vamos a ganar
estas elecciones, no porque tengamos un superpresupuesto pagado por
millonarios, sino porque estamos juntando la mayor campaña de base de la
historia", dijo el candidato independiente, que llamó también a cambiar
las leyes que controlan la financiación de las campañas electorales.
En
este sentido, Sanders, que también lanzó varias promesas populistas
como la creación de trabajos federales para todos en cuanto llegue a la
Casa Blanca, advirtió de que el sistema actual, con Trump a la cabeza,
"hará todo lo posible para defender sus intereses financieros".
"Tienen
dinero ilimitado a su disposición, pero nosotros tenemos algo que ellos
no tienen, nosotros tenemos al pueblo unido", dijo Sanders ante sus
seguidores, que lo interrumpieron en varios momentos del mitin al grito
de "Bernie, Bernie".
"No es Bernie", les interrumpió el orador en una de las ocasiones: "Sois vosotros, somos nosotros juntos".
Sanders
parte con fuerza en la campaña de las primarias, pero si quiere
concurrir en los comicios presidenciales deberá batir a varias
personalidades demócratas que ya han anunciado sus aspiraciones a
sentarse en el Despacho Oval, como los senadores Kamala Harris, Cory
Booker, Amy Klobuchar, Elizabeth Warren y Kirsten Gillibrand.
"Sanders
es el más consistente de los candidatos, sus principios no han
cambiado, por eso hemos venido hoy a apoyarlo", dijo Michelle
Downing, una trabajadora social que participaba en el mitin.
Para
Downing, aunque muchos líderes demócratas han adoptado como propios
algunos de los principios sociales de Sanders -que defiende el aborto,
pide la despenalización del uso de la marihuana, aboga por la lucha
contra el cambio climático o solicita el aumento del sueldo mínimo a
nivel nacional-, el candidato de Brooklyn es el más auténtico.
Por su parte, Wall Dieron, un pastor religioso del barrio, aseguró que apoya Sanders porque está con la comunidad negra.
"Nuestra
comunidad tiene un gran problema con las armas y la inmigración", dijo. Dieron antes de resumir por qué respalda a Sanders: "Necesitamos
una revolución social".
Una revolución que, si Bernie Sanders
llega a la Casa Blanca, comenzará, ente otras cosas, acabando con el
racismo institucional, garantizando un salario mínimo o evitando el
declive de la América rural, una promesa dirigida también al electorado
tradicionalmente considerado más cercano a los republicanos.
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