MADRID.- La ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, ha
avanzado este jueves que "todo apunta" a que los datos definitivos de
crecimiento del PIB en 2018 que publicará este viernes el INE reflejarán
que España creció el año pasado "significativamente más" que las
principales economías de la zona euro y la UE.
Así lo ha
señalado durante la inauguración del seminario 'Entender cómo funciona
economía y como hacerla trabajar en beneficio de todos', organizado
conjuntamente por la Fundación Ramón Areces y la OCDE, en la que ha
subrayado que la coyuntura económica es "favorable" y todos los
analistas creen que ese diferencial de crecimiento de España respecto a
las economías del área del euro se va a mantener e "incluso ampliar en
2019".
Calviño ha indicado que la previsión del Gobierno
es que este año se registre un crecimiento del 2,2% del PIB, confirmada
por el Banco de España y "alineada" con los pronósticos de la OCDE y el
resto de analistas, lo que permite afrontar el ejercicio como "un año de
oportunidades".
Asimismo, ha destacado la "gran
confianza" de los inversores y mercados en la economía española, ya que
la inversión extranjera directa se multiplicó por seis, hay una
situación "tremendamente favorable" en los mercados de deuda pública y
aunque el sector exterior es el "principal elemento de incertidumbre" de
la economía española, por la ralentización del comercio internacional,
sigue habiendo superávit en la balanza por cuenta corriente y capacidad
de financiación.
En este sentido, ha recalcado que los datos de la
balanza de pagos publicados el jueves por el Banco de España confirman
que "se mantiene la capacidad de financiación respecto al resto del
mundo", algo "tremendamente importante" para continuar con el proceso de
desapalancamiento.
A su vez, ha aseverado que se mantiene la
"tendencia positiva" en el mercado de trabajo, tras crearse 566.000
empleos en 2018 y reflejar los últimos datos de la Seguridad Social un
alza del empleo del entorno del 3% y una reducción del paro de entre el
5% y el 6%. "Se mantiene un notable dinamismo en estos mercados", ha
afirmado Calviño, quien ha indicado que la demanda interna permite
"capear" mejor la situación menos positiva del contexto internacional.
En
cualquier caso, ha indicado que no hay que ser "autocomplacientes" y ha
hecho hincapié en la importancia del crecimiento "inclusivo y
sostenible", ya que el momento actual es "clave" para asentar las bases
del crecimiento inclusivo en los próximos 20 o 30 años.
A su
juicio, España debe avanzar en la corrección de desequilibrios como el
paro, la deuda pública y el déficit público, así como en la desigualdad,
ya que "ha aumentado de forma sustancial en los últimos 10 años".
"No
hemos conseguido reducirla como deberíamos a pesar del intenso
crecimiento desde 2014" y aunque es un factor que afecta también a nivel
económico al repercutir en el capital humano e intensificar la
inestabilidad y la vulnerabilidad, siendo además un "caldo de cultivo
ideal para las soluciones populistas".
"Las soluciones populistas
tienen siempre una solución fácil y siempre errónea para cuestiones
tremendamente complejas", ha dicho Calviño, quien considera que "ya
nadie puede pensar que el crecimiento no sea inclusivo y sostenible", ya
que puede haber crecimiento que no redistribuya, como ha sucedido en
los últimos años, y esto "no es sostenible a medio plazo desde el punto
de vista financiero, medioambiental y social".
La
titular de Economía ha incidido también en la necesidad de que la
ciencia económica apueste por la diversidad en la dimensión de género al
ser una de las disciplinas con mayor sesgo masculino lo que, a su
parecer, hace que no sea casual que el PIB sea la variable hegemónica
para medir el crecimiento, cuando "ignora externalidades positivas y
negativas", como actividades de valor añadido que no tienen valor
monetizado, tales como la actividad doméstica y de cuidados, mayoritaria
entre las mujeres.
"Según esta forma de medir, estas
actividades no están contribuyendo en absoluto al progreso económico,
algo que atenta contra el sentido común más básico", ha criticado.
A
este respecto, ha lamentado la ausencia de mujeres en debates,
conferencias, publicaciones y citas en el ámbito económico, y ha puesto
como ejemplo que en una conferencia sobre regulación financiera a la que
ha sido invitada solo estaba prevista la asistencia de tres mujeres de
un total de 60 personas.
También ha abogado por que la ciencia económica
incorpore una dimensión de disciplinas y se vea complementada por otras
ciencias que han sido "despreciadas", como la sociología e incluso la
psicología.
La
ministra ha resaltado también la Agenda del Cambio del Gobierno como la
"esencia" del programa para los próximos años, basada en la disciplina
fiscal y reformas estructurales para apostar por el capital humano, el
impulso a la transición ecológica, el avance científico y la reducción
de desigualdades con crecimiento inclusivo, entre otros.
En este
punto ha coincidido la directora de la OCDE y Sherpa para el G7 y G20,
Gabriela Ramos, quien ha rehusado entrar en el debate político español, y
ha pedido que se ponga el crecimiento incluyente en el centro del
debate, así como el bienestar de los ciudadanos, priorizando en
políticas que tengan un impacto positivo en la ciudadanía que ha sentido
que se la ha dejado "atrás" con la crisis en el modelo económico
actual.
Ramos ha lamentado que hay modelos económicos
"simplistas" que caracterizan una economía que "no funciona como se
preveía", tras diez años de una crisis "monumental" que ha dejado un
crecimiento y una productividad "baja" y un panorama en el que el 40% de
la riqueza en los países OCDE se concentra en el 10% de los altos
ingresos.
En este sentido, ha advertido del aumento de la
desigualdad en los países de la OCDE y del aumento del populismo y los
nacionalismos debido a que la ciudadanía "se siente dejada atrás" por la
clase política.
Ha augurado que continuará la senda de crecimiento bajo
ante las tensiones comerciales internacionales y las decisiones
unilaterales, por lo que ha marcado la necesidad de que los Estados
inviertan y den prioridades a los grupos con más desventaja.
En su
opinión, el indicador del PIB per cápita "distorsiona la realidad", por
lo que la OCDE tiene en cuenta ya 24 indicadores respecto a
redistribución, riqueza, educación, salud, empresas o digitalización,
entre otros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario