WASHINGTON.-
Las dos economías más grandes del mundo se acercan a la meta de un
acuerdo comercial que podría ser firmado por el presidente de Estados
Unidos, Donald Trump, y su contraparte China, Xi Jinping, este mismo
mes. Pero eso no significa que la guerra comercial termine.
Se
debe trabajar más en un acuerdo que garantice que Pekín cumpla con sus
compromisos, declaró el representante de Comercio de EE.UU., Robert
Lighthizer, ante el Congreso la semana pasada. Días después, Trump
advirtió que aún puede abandonar las conversaciones con China, como lo
hizo con el líder norcoreano, Kim Jong Un, en su cumbre sobre un acuerdo
nuclear en Vietnam.
Esto es lo último sobre la situación de las negociaciones comerciales entre EE.UU. y China.
¿Tregua de aranceles?
China
quiere que Trump elimine los aranceles que impuso el año pasado a 200.000 millones de dólares en productos chinos, pero aún no está claro si el
presidente retirará algunos o todos los impuestos.
Hay
fuerzas en conflicto dentro de la administración Trump que están
debatiendo si sería prudente levantar los aranceles el primer día de un
acuerdo, dado que mantener algunos de ellos permitiría a EE.UU. retener
poder de negociación.
Algunos
asesores sostienen que los aranceles solo deberían eliminarse por
completo una vez China cumpla con todas sus promesas, lo que podría
llevar meses o años.
Incluso si se eliminan algunos o la mayoría de los
aranceles desde el principio, podrían regresar como parte del mecanismo
de aplicación, para castigar a China si rompe los términos de cualquier
acuerdo comercial, explicó la semana pasada Lighthizer.
Ejecución
Lighthizer
ha dicho que los dos países planean establecer un sistema que requiera
consultas periódicas en varios niveles de los gobiernos de EE.UU. y
China para abordar controversias. Si no hay progreso tras las consultas,
Lighthizer dijo que EE.UU. respondería con una acción "proporcional" y
"unilateral", probablemente refiriéndose a los aranceles.
El
equipo de Trump le está pidiendo a China que renuncie a su derecho a
tomar represalias si EE.UU. toma medidas unilaterales. EE.UU. también
quiere que China se abstenga de presentar reclamaciones ante la
Organización Mundial del Comercio. No está claro si Pekín ya ha aceptado
ese plan y qué cambios, si los hay, está solicitando.
Solución para la soja
Si
bien Lighthizer ha enfatizado que está buscando un acuerdo más allá de
lo que denominó una "solución para la soja", hay importantes cantidades
de compras en la mesa de negociación.
China
ha ofrecido aumentar las compras de productos estadounidenses en US$1,2
billones en seis años, en beneficio de la agricultura y la energía. Eso
ayudaría a vender el acuerdo al presidente, quien se ha comprometido a
reducir el déficit comercial crónico de EE.UU. con Pekín.
Lighthizer
y su equipo se han enfocado más en que China haga cambios estructurales
en sus prácticas y políticas de propiedad intelectual, las cuales
exigen a las compañías estadounidenses transferir su tecnología a
entidades chinas como condición para hacer negocios en el país.
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