viernes, 8 de marzo de 2019

La desinversión en Noruega no está dirigida a las grandes petroleras

OSLO.- Noruega dio un paso parcial en la desinversión de acciones de petróleo y gas en su enorme fondo de riqueza de 1 billón de dólares, al aprobar la venta de compañías de exploración más pequeñas y salvando a los productores más grandes, como Royal Dutch Shell Plc y Exxon Mobil Corp.

Después de más de un año de deliberaciones, el gobierno aprobó el viernes la exclusión de 150 empresas que son del fondo y que han sido clasificadas como compañías de exploración y producción por FTSE Russell. Estas incluyen a Cairn Energy Plc, Anadarko Petroleum Corp., Chesapeake Energy Corp., Cnooc Ltd. y Tullow Oil Plc. La propuesta implica que el fondo venderá aproximadamente 7.500 millones de dólares en acciones.
"Refleja en mayor medida el riesgo que tenemos nosotros mismos -la mayor parte de la exposición del estado en Noruega es la actividad en sentido ascendente", dijo la ministra de Finanzas, Siv Jensen. "Estamos reduciendo nuestra vulnerabilidad al elegir retirar el fondo gradualmente de este segmento".
El gobierno avanza parcialmente para cumplir con una propuesta de 2017 del fondo, que sacudió los mercados globales al defender una desinversión total del sector para limitar la exposición general de Noruega al petróleo. 
El plan fue considerado como un gran paso potencial por los activistas por el clima, algunos de los cuales el viernes lamentaron el alcance limitado de la decisión. Ha sido un tema candente en Noruega, que busca proyectar una imagen de responsable ambiental mientras bombea petróleo y gas a gran velocidad.
Jensen defendió su decisión de mantener a las grandes petroleras en la cartera, citando el aumento de sus inversiones en energía renovable. La propia estatal petrolera de Noruega, Equinor ASA, también está aumentando las inversiones en energías renovables, e incluso recientemente cambió su nombre de Statoil.
"Sería triste si el fondo de pensiones no pudiera invertir en estas compañías en el futuro", dijo Jensen en una entrevista.
La decisión parcial resalta el cambio de clima político en Noruega, donde aumenta la oposición a la exploración de petróleo y gas. El partido conservador de la primera ministra, Erna Solberg, ha sido amistoso desde hace mucho tiempo con la industria petrolera. 
El socio menor de la coalición de gobierno, los liberales, brindaron su apoyo a pesar de que habían respaldado una mayor desinversión.
El partido laborista de Noruega, el más grande de la oposición, también expresó su apoyo. "Están dando un paso más cauteloso de lo que aconsejó Norges Bank", dijo Svein Roald Hansen, un legislador del partido laborista. 
"Pero es mejor que ningún paso en absoluto. Parece que ha habido un tirón de guerra dentro del gobierno".
El fondo de 1 billón se ha acumulado en las últimas dos décadas a partir ingresos por petróleo y gas, y Noruega también utiliza grandes porciones de ingresos de sus campos en alta mar cada año para pagar su lujoso sistema de beneficios sociales. 
Por lo tanto, los gestores del fondo, supervisado por el banco central, argumentaron en su propuesta que no tiene mucho sentido que Noruega esté doblemente expuesta al petróleo, tanto en su flujo de ingresos como a través de sus inversiones.

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