CARACAS.- El líder de la oposición venezolana, Juan Guaidó, dijo en una entrevista que la administración del presidente Nicolás Maduro se
encuentra en su fase final y que pronto habrá un cambio de gobierno.
Venezuela atraviesa una larga crisis política que se agudizó desde
que Guaidó se declaró presidente encargado en enero invocando la
Constitución, tras acusar a Maduro de haber sido reelecto en unos
comicios fraudulentos.
Guaidó, también presidente de la Asamblea
Nacional, ha recibido el apoyo de decenas de países, incluyendo Estados
Unidos.
“No tengo duda (de que Maduro está en su fase final)”,
dijo Guaidóel sábado en Lechería, una ciudad del nororiental
estado Anzoátegui, que visitó el fin de semana para dar a conocer en esa
región su plan, que incluye el apoyo de la ciudadanía y los militares
para lograr “el cese de la usurpación” de Maduro.
“Están
aislados, solos, se desmoronan todos los días. La ciudadanía no los
quiere, los rechaza, los odia porque es lo que han recibido de ellos:
odio”, agregó Guaidó, un ingeniero de 35 años.
“Me atrevería a decir que
muy pronto (habrá un cambio de Gobierno), es insoportable para la
ciudadanía”.
Maduro asegura que Guaidó es un “títere” del
gobierno de Estados Unidos, al que acusa de querer derrocarlo para
apoderarse de la riqueza petrolera del país. A pesar de los esfuerzos de
la oposición por lograr un cambio, el mandatario mantiene el control de
las fuerzas armadas y de las instituciones públicas.
Venezuela,
que tiene las mayores reservas de crudo del mundo, sufre de una severa
crisis económica, con recesión e hiperinflación, que vuelve añicos los
sueldos. Millones han emigrado mientras las fallas en los servicios
públicos, como agua y luz, afectan a quienes han optado por quedarse.
Estados Unidos, que reconoce a Guaidó como
mandatario interino, ha apoyado al joven político en su estrategia de
congelar activos de Venezuela e incrementar la presión contra Maduro con
drásticas sanciones económicas.
“La presión diplomática ha
funcionado, la presión económica y la presión sobre los activos ha
funcionado. Ya no tienen tanta habilidad, tanta fluidez para poder
financiar grupos armados, para poder financiar el chantaje político, a
través de subsidios, que terminan derivando en corrupción”, comentó.
La
madrugada del jueves, agentes de inteligencia detuvieron a Roberto
Marrero, un cercano colaborador de Guaidó, bajo acusaciones de
“terrorismo”, una decisión fuertemente criticada por la comunidad
internacional.
El joven político, quien saltó a la
palestra como dirigente estudiantil en 2007, dijo no tener “dudas” de
que seguirán más detenciones y aseguró que el objetivo del Gobierno “es
generar miedo”.
“El riesgo de hacer política en Venezuela es la vida, es la libertad, es la persecución del entorno”, se lamentó.
En
sus mítines y ruedas de prensa, Guaidó repite, como un mantra, que la
ruta para lograr “la libertad” de Venezuela es: el cese de la
usurpación, un gobierno de transición y elecciones libres. Pero aclara
que aquello no puede lograrse sin el apoyo de la ciudadanía ni de las
fuerzas armadas.
Y, a pesar de que en los últimos días cientos de soldados han desertado, los altos mandos aún son leales a Maduro.
“Las
fuerzas armadas están con Venezuela. Un 80-85 por ciento están
absolutamente convencidos de que se necesita un cambio en Venezuela”,
sostuvo Guaidó.
“¿Qué falta? Que el liderazgo, que la cúpula del
alto mando de las fuerzas armadas dé un paso del lado de la
Constitución: elecciones libres”, agregó antes de acotar que su equipo
ha sostenido reuniones con militares de alto rango.
Por otro
lado, aseguró que se están evaluando “todas las opciones” para pagar
unos 72 millones de dólares en intereses del bono PDVSA 2020 a fines de
abril y que tiene como garantía a Citgo, filial refinadora de PDVSA en
Estados Unidos.
“Sin tener algún gasto mayor, vamos a ver todas
las opciones para poder tomar una decisión precisa con respecto al pago
del bono”, explicó. “Todavía no hay a disposición recursos”.
Además,
el joven político adelantó que están conversando con empresas que
fueron afectadas por un proceso de nacionalizaciones llevado a cabo por
el fallecido presidente Hugo Chávez o que abandonaron el país por la
crisis económica.
“Iniciamos un proceso (de acercamiento) con varias empresas que quisieran otra vez participar en Venezuela”, aseguró Guaidó.
“Fueron
afectadas (pero) lo importante es que regresen. Hay muchas que han
manifestado su intención de regresar, de volver a invertir en Venezuela,
de generar empleo”, explicó.
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