PARÍS.- Aproximar la gestión del empleo público al de la empresa
privada, con un mayor número de contratados en lugar de funcionarios y
la individualización de salarios, es el objetivo de una reforma que el
Gobierno francés ha presentado este miércoles.
El proyecto de ley
aprobado por el Consejo de Ministros, que se debería tramitar en el
Parlamento antes del verano, quiere que la función pública sea "más
atractiva y más reactiva", y cumpla la promesa electoral del presidente,
Emmanuel Macron: suprimir 120.000 puestos de aquí a 2022.
Estos son los principales puntos de la reforma francesa de la función pública:
1. Más contratados y menos funcionarios.
Se
ampliarán las posibilidades de utilizar personal contratado, en lugar
de funcionarios, para puestos permanentes. Ahora suponen cerca del 20 %
de los 5,5 millones de empleados públicos y su número ya se ha
incrementado en un 5 % desde 2017. Es una de las medidas que más ha
erizado a los sindicatos, que han convocado una jornada de huelga para
el 9 de mayo.
2. Contratos temporales de hasta 6 años.
El
llamado "contrato de proyecto" será un nuevo contrato temporal para
misiones definidas con un límite de duración de seis años. Se le podrá
poner fin anticipadamente con una indemnización.
3. Individualizar la remuneración.
Se
sustituirán las calificaciones actuales por una "evaluación objetiva de
los méritos y de los resultados de los agentes". Eso se traducirá en un
"mejor reconocimiento del compromiso profesional en la remuneración de
funcionarios y contratados". Los procedimientos para la promoción
tendrán en cuenta la trayectoria individual.
4. Despido acordado.
Para
limitar la rigidez del estatuto de funcionario y favorecer las
transiciones entre el sector público y el privado se pondrá en marcha la
llamada "ruptura convencional", es decir, una especie de despido
acordado que conlleva una indemnización y derecho al subsidio de
desempleo y que ya se usa en la empresa privada.
En esa misma
línea, subirá la prima de salida voluntaria y se facilitará la
transferencia de los derechos de pensión, sin pérdidas.
5. Aumentar el tiempo de trabajo.
Se
suprimirán las derogaciones que permiten que el tiempo de trabajo sea
inferior a las 35 horas semanales (1.607 anuales) que rigen como regla
general en Francia. Un informe de 2016 había puesto en evidencia que los
empleados municipales trabajan de media 1.578 horas.
6. Igualdad entre hombres y mujeres.
Se
obligará a las administraciones -bajo pena de sanciones- a aplicar
planes de acciones de igualdad entre hombres y mujeres, sobre todo para
eliminar las diferencias de remuneración que derivan, por ejemplo, de la
pérdida de una parte de las primas durante sus bajas de maternidad.
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