LONDRES.- La
primera ministra del Reino Unido, Theresa May, perdió el control sobre
el proceso del brexit tras reconocer que no cuenta con los votos para
ratificar su impopular acuerdo de divorcio en el Parlamento.
La
Cámara de los Comunes votó 329 a 302 a última hora del lunes para
quitarle el poder a May sobre lo que sucederá a continuación.
El Parlamento británico ha asestado así este lunes un nuevo revés a la primera ministra, Theresa May, con la aprobación de la conocida como Enmienda Letwin, que permite al Parlamento asumir el timón sobre las decisiones relativas al Brexit. La enmienda ha salido adelante con el apoyo de tres secretarios de Estado que han dimitido de sus cargos para votar en contra de May.
Los dimisionarios son el secretario de Estado de Negocios, Richard Harrington; el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Alistair Burt, y el secretario de Estado de Sanidad, Steve Brine.
El Parlamento británico ha asestado así este lunes un nuevo revés a la primera ministra, Theresa May, con la aprobación de la conocida como Enmienda Letwin, que permite al Parlamento asumir el timón sobre las decisiones relativas al Brexit. La enmienda ha salido adelante con el apoyo de tres secretarios de Estado que han dimitido de sus cargos para votar en contra de May.
Los dimisionarios son el secretario de Estado de Negocios, Richard Harrington; el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Alistair Burt, y el secretario de Estado de Sanidad, Steve Brine.
Eso
allana el camino para que los miembros del Parlamento le pidan que siga
opciones radicales para un Plan B, lo que podría incluir un segundo
referéndum, mantener al Reino Unido en la unión aduanera de la Unión
Europea o incluso cancelar el brexit.
Richard Harrington, Steve Brine y Alistair Burt, renunciaron
al gobierno de May para votar en contra de ella y a favor del plan
rebelde.
Anteriormente
el lunes, los funcionarios de la UE que observaban el continuo
estancamiento en el Parlamento intensificaron sus preparativos de
contingencia para el fracaso de las conversaciones. La Comisión Europea
presentó una declaración donde señalaba que una salida sin acuerdo es
"cada vez más probable".
La
última batalla entre May y el parlamento se da cuando el destino del
brexit aún se ve dividido entre dos resultados extremos: un colapso
catastrófico en las negociaciones que resulte en en una salida sin
acuerdo; y una larga demora que puede durar muchos meses o incluso años,
tiempo durante el cual se podría cancelar el divorcio.
"Con
gran pesar, he tenido que llegar a la conclusión de que tal como están
las cosas, todavía no hay suficiente apoyo en la Cámara de
Representantes para lograr una tercera votación significativa", dijo May
en una declaración ante el Parlamento el lunes.
Todavía
tiene la intención de obtener apoyo para su acuerdo a fin de someterlo a
votación esta semana, como ha exigido la UE. No obstante, las
perspectivas de éxito parecen remotas.
El plan, del exministro conservador Oliver Letwin permitirá a los legisladores expresar su apoyo a diferentes opciones.
"Es
esencial que podamos ver todas las opciones serias, no los unicornios
salvajes, sino todas las cosas que podemos hacer para sacar adelante
este proceso de una manera u otra", dijo Letwin al Parlamento. Luego
instó a un espíritu conciliatorio. "No creo que haya una mayoría a favor
de la preferencia de nadie en esta Cámara", dijo.
La
primera ministra se niega a prometer cumplir con lo que voten los
miembros del Parlamento. Dice que no puede garantizar sacar adelante una
opción que aún no ha visto.
May
también advirtió que si el Parlamento toma el control de la agenda de
esta manera, habrá consecuencias de gran alcance para la forma en que se
gobierna el Reino Unido.
Otros en su equipo sugieren que una elección general podría ser la única forma de salir de la encrucijada, si la Cámara de los Comunes pide una solución a la que el gobierno conservador se opone fundamentalmente.
La inicativa planteada por el diputado conservador sir Oliver Letwin por la que el Parlamento tendría el poder de confeccionar la agenda de votaciones y arrebataría así de forma efectiva el control del Brexit a May con el objetivo de lograr una nueva mayoría para superar el actual bloqueo tras el rechazo en dos ocasiones por los Comunes del Acuerdo de Retirada que defiende May.
La propuesta modifica las normas del Parlamento de forma excepcional y para un solo día, el 27 de marzo, para que los diputados puedan debatir y votar fórmulas alternativas sobre el Brexit en lo que se conoce en jerga parlamentaria como “voto indicativo”.
Durante el debate de esta tarde, la primera ministra rehusó comprometerse a cumplir con el resultado de esa votación y aseguró que no otorgará al Parlamento un “cheque en blanco” para decidir la hoja de ruta del Brexit.
La enmienda aprobada este lunes permite que los diputados convoquen el voto en los Comunes, una prerrogativa reservada habitualmente al Gobierno, un movimiento que para la primera ministra perturba el “equilibrio de las instituciones democráticas” del Reino Unido.
Todavía no se ha determinado si los parlamentarios se pronunciarán sobre cada una de las posibles propuestas o si se diseñará un sistema en el que elijan diversos planes por orden de preferencia.
La primera ministra ha descartado por ahora llevar al Parlamento por tercera vez el acuerdo del Brexit que pactó en noviembre con Bruselas, al admitir que no cuenta con los apoyos necesarios para ratificarlo.
Aún así, mantiene la intención de que se vote esta semana por tercera vez, después de haber sido rechazado por amplia mayoría en dos ocasiones, el 15 de enero y el 12 de marzo.
La Unión Europea ha establecido el próximo 12 de abril como la fecha límite para que el Parlamento británico apruebe el texto.
Si para entonces no se ha ratificado el tratado de salida, el Reino Unido abandonará el bloque comunitario de forma no negociada o se verá obligado a pedir una nueva prórroga, lo que le llevaría a participar en las elecciones comunitarias de mayo.
La primera ministra se refirió este lunes a ese posible escenario como un Brexit lento”.
May descartó también que vaya a permitir una salida abrupta de la UE a no ser que el Parlamento, que ya descartó esa opción este mes, cambie de idea y apuesta por esa vía.
Otros en su equipo sugieren que una elección general podría ser la única forma de salir de la encrucijada, si la Cámara de los Comunes pide una solución a la que el gobierno conservador se opone fundamentalmente.
La inicativa planteada por el diputado conservador sir Oliver Letwin por la que el Parlamento tendría el poder de confeccionar la agenda de votaciones y arrebataría así de forma efectiva el control del Brexit a May con el objetivo de lograr una nueva mayoría para superar el actual bloqueo tras el rechazo en dos ocasiones por los Comunes del Acuerdo de Retirada que defiende May.
La propuesta modifica las normas del Parlamento de forma excepcional y para un solo día, el 27 de marzo, para que los diputados puedan debatir y votar fórmulas alternativas sobre el Brexit en lo que se conoce en jerga parlamentaria como “voto indicativo”.
Durante el debate de esta tarde, la primera ministra rehusó comprometerse a cumplir con el resultado de esa votación y aseguró que no otorgará al Parlamento un “cheque en blanco” para decidir la hoja de ruta del Brexit.
La enmienda aprobada este lunes permite que los diputados convoquen el voto en los Comunes, una prerrogativa reservada habitualmente al Gobierno, un movimiento que para la primera ministra perturba el “equilibrio de las instituciones democráticas” del Reino Unido.
Todavía no se ha determinado si los parlamentarios se pronunciarán sobre cada una de las posibles propuestas o si se diseñará un sistema en el que elijan diversos planes por orden de preferencia.
La primera ministra ha descartado por ahora llevar al Parlamento por tercera vez el acuerdo del Brexit que pactó en noviembre con Bruselas, al admitir que no cuenta con los apoyos necesarios para ratificarlo.
Aún así, mantiene la intención de que se vote esta semana por tercera vez, después de haber sido rechazado por amplia mayoría en dos ocasiones, el 15 de enero y el 12 de marzo.
La Unión Europea ha establecido el próximo 12 de abril como la fecha límite para que el Parlamento británico apruebe el texto.
Si para entonces no se ha ratificado el tratado de salida, el Reino Unido abandonará el bloque comunitario de forma no negociada o se verá obligado a pedir una nueva prórroga, lo que le llevaría a participar en las elecciones comunitarias de mayo.
La primera ministra se refirió este lunes a ese posible escenario como un Brexit lento”.
May descartó también que vaya a permitir una salida abrupta de la UE a no ser que el Parlamento, que ya descartó esa opción este mes, cambie de idea y apuesta por esa vía.
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