jueves, 7 de marzo de 2019

Buteflika, en estado muy grave

GINEBRA.- El presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, hospitalizado en Ginebra desde el 24 de febrero, está en estado crítico debido a la degradación de su sistema neurológico, pese a no sufrir ninguna enfermedad mortal. Mientras tanto, aumentan los rumores y las protestas en el país africano, los movimientos estudiantiles siguen saliendo a la calle en contra de un posible quinto mandato del líder.

Buteflika se encuentra ingresado en la planta octava del Hospital Universitario de Ginebra (HUG) y según los análisis médicos se encuentra en "amenaza vital permanente" debido, pincipalmente, a su avanzada edad (81 años) y a las secuelas del derrame cerebral que sufrió en 2013, según ha informado 'La Tribune de Genève'.
"De un estado de fragilidad que permitía una vida más o menos normal ha pasado a una condición muy precaria en la que el paciente requiere atención constante", destacó el diario ginebrino que ha tomado el análisis del neurólogo argelino Horacine Baraui, basado en las imágenes más recientes del presidente de Argelia aparecidas en los medios de comunicación
Uno de los mayores riesgos a los que se enfrenta es el de sufrir una "aspiración bronquial", debido a su avanzada edad y el deterioro de sus funciones neurológicas. Esto puede ocurrir cuando los alimentos pasan por la vía respiratoria en lugar de por el esófago y provocan infecciones pulmonares graves y es una de las principales causas de muerte entre los ancianos. 
Para evitar estas infecciones, el presidente argelino está siendo sometido a tratamientos antibióticos regulares y recibe fisioterapia respiratoria, señala el diario.
Buteflika sufre además afasia, la pérdida parcial de lenguaje, lo que explica que en los últimos años haya reducido al mínimo sus apariciones públicas en su país, ya que "parece receptivo a lo que se le dice, pero apenas se le entiende".
El presidente octogenario está acompañado por su propio equipo médico, compuesto por cuatro especialistas argelinos (entre ellos un cardiólogo, un anestesista y un especialista en medicina interna) que hace las funciones de intérprete.
El hospital HUG tiene ingresado al presidente en su departamento de medicina interna general, donde se le han reservado varias habitaciones al final de un pasillo, bajo constante vigilancia policial y de guardias de seguridad armados. 
La oficina de prensa del hospital ha rechazado hablar con los periodistas argumentando la confidencialidad de la información de sus pacientes.
Mientras el secreto rodea la salud de Buteflika, en su país decenas de miles de personas han participado en las dos últimas semanas en protestas contra la candidatura del frágil presidente a un quinto mandato, que se confirmó el domingo 3 de marzo.
Las protestas han llegado a la propia Ginebra, donde pequeños grupos de argelinos se reunieron recientemente en las inmediaciones del HUG, para que Buteflika deje el cargo que ostenta desde 1999.

Suiza no se pronuncia
La Suiza oficial no se pronuncia sobre los acontecimientos de Argelia ni sobre la visita médica de su presidente-candidato a Ginebra. “El Departamento Federal de Asuntos Exteriores [DFAE] no desea manifestarse sobre la situación actual”, nos escribe por correo electrónico su portavoz, Noémie Charton.

En su página de Internet, el DFAE señala que “las relaciones entre Argelia y Suiza son buenas” y afirma que se remontan a la época de la guerra de independencia. Suiza desempeñó entonces un papel importante en las negociaciones en Evian entre el Gobierno provisional argelino y la Francia colonial.

Las reuniones entre los dos países son habituales. El pasado noviembre, Alain Berset (entonces presidente de la Confederación Suiza) se reunió en Palermo (Italia) con Ahmed Ouyahia, primer ministro argelino, en el marco de una conferencia sobre Libia. Unos meses antes, el consejero federal Ignazio Cassis intercambió unas palabras con el ministro de Asuntos Exteriores de Argelia, Abdelkader Messahel, en la Asamblea General de la ONU.

En marzo de 2018, la Consejera Nacional Isabelle Moret viajó a Argel para asistir a la Conferencia Internacional sobre Participación Política de las Mujeres. En 2015, Suiza inauguró una Embajada en Argel.

Los intercambios comerciales son estables. Las empresas suizas han exportado más de 400 millones de francos a Argelia (352 millones de euros), según las aduanas. Las importaciones de petróleo argelino, importantes hasta 2014, han disminuido desde entonces. A finales de 2017, 4.247 argelinos vivían en Suiza, según la Oficina Federal de Estadística, una cifra estable.

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