PEKÍN.- El primer ministro chino, Li Keqiang, reconoció hoy que el Gobierno
que dirige debe "tomar medidas más firmes frente a las incertidumbres" a
las que se enfrentará su país este año en materia económica.
En
una rueda de prensa posterior al cierre de la sesión anual de la
Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo), el mandatario habló de la
importancia de "mantener un crecimiento económico estable para impulsar
el crecimiento económico a largo plazo".
"Estoy seguro de que la economía china seguirá jugando un papel estabilizador en la economía mundial", agregó.
Li
indicó que el "ajuste a la baja" en las previsiones de crecimiento del
PIB -en 2018 fue del 6,5 % y finalmente avanzó un 6,6 %, mientras que la
de 2019 es una horquilla de entre el 6 y el 6,5 %- sirve para "enviar
un mensaje de estabilidad al mercado".
De todos modos, el primer
ministro consideró que "va a ser un crecimiento significativo e
indicativo del progreso de China", a pesar de que el avance del 6,6 %
registrado en 2018 fue el menor desde 1990 y evidenció la desaceleración
económica a la que se enfrenta el gigante asiático.
En cuanto a
las soluciones que baraja el Ejecutivo, Li habló de "medidas de alivio
cuantitativo" como "la oferta monetaria" o "expandir del déficit
presupuestario", algo que se sumaría a "dar energía a los agentes del
mercado para hacer frente a la ralentización económica".
En
términos de impuestos, una de las medidas estrella del régimen comunista
para este año, Li reiteró que las rebajas fiscales serán "de una mayor
medida" este año, y volvió a citar la cifra anunciada de unos 2 billones
de yuanes (298.000 millones de dólares o 263.000 millones de euros).
"Reducir un punto porcentual cada año no es suficiente para las empresas", consideró.
Li
apuntó que el 1 de abril entrarán en vigor las medidas de reducción del
impuesto sobre el valor añadido (el conocido como IVA en España) y, el 1
de mayo, la reducción de las cotizaciones de la seguridad social, dos
factores que consideró "los mejores métodos para aliviar la carga para
las empresas".
Acerca de la sostenibilidad de esta nueva política
fiscal, Li recalcó que su Gobierno ha "calculado bien estas cifras" con
el objetivo de "revitalizar el mercado para tener un desarrollo más
dinámico".
El primer ministro explicó que van a "rebajar los
presupuestos en servicios públicos" y a "utilizar las reservas fiscales"
para hacer frente a la reducción de los ingresos gubernamentales.
Así
pues, el objetivo será la creación de empleo, como ejemplificó el
mandatario: "El sector manufacturero y las pymes son una importante
fuerza de creación de empleo, y estas medidas supondrían un gran alivio
de la carga (fiscal) para ellos. Así, crearán más puestos de trabajo".
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