HONG-KONG.- Cientos de hongkoneses se
manifestaron hoy para pedir que se retiren las revisiones propuestas a
dos leyes relativas a la extradición a China, cambios que, según
denuncian las organizaciones civiles, podrían dar lugar a tortura e
intimidación.
La marcha, en la que participaron más
de medio millar de personas, estuvo encabezada por organizaciones de
defensa de los derechos humanos como Amnistía Internacional o Human
Rights Watch.
Tras la protesta, estas organizaciones enviaron una
carta a la jefa del Ejecutivo hongkonés, Carrie Lam, en la que piden que
se ponga freno a esta reforma.
Según denuncian las
organizaciones, las leyes permitirían el traslado de personas acusadas
de delitos en el exterior a China continental, así como a otros países,
donde correrían el riesgo de sufrir tortura u otros malos tratos y
juicios injustos.
"Las enmiendas empañarían la
reputación de Hong Kong del estado de Derecho y deberían ser
desechadas", apuntó Sophie Richardson, directora de China en Human
Rights Watch.
Según un comunicado publicado por estas
organizaciones, el sistema de justicia de China tiene un historial de
detención arbitraria, tortura y otros malos tratos, de graves
violaciones del derecho a un juicio justo y de diversos sistemas de
detención en régimen de incomunicación sin juicio.
"Estos problemas se ven exacerbados porque el poder judicial carece de
independencia del gobierno y del Partido Comunista Chino", apunta el
documento.
En febrero de 2019, la Oficina de
Seguridad de Hong Kong propuso cambios en la Ordenanza sobre
delincuentes fugitivos y la Ordenanza sobre asistencia judicial
recíproca en asuntos penales, que ampliarían el acuerdo de extradición
caso por caso.
También eliminarían el papel del
Consejo Legislativo en la revisión de estas solicitudes ejecutivas
individuales, una capa crucial de supervisión gubernamental y pública.
El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), que se
aplica en Hong Kong, y la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o
Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, a la que Hong Kong está
vinculado, así como el derecho internacional consuetudinario prohíben la
devolución de personas a lugares donde exista un riesgo real de tortura
y otros malos tratos, juicios injustos y otras violaciones graves de
derechos humanos.
En la actualidad, Hong Kong tiene
acuerdos de extradición con 18 países: Australia, Canadá, Nueva Zelanda,
Reino Unido, Estados Unidos, Filipinas, India, Países Bajos, Singapur,
Indonesia y Malasia, Sri Lanka, Portugal, Corea del Sur, Irlanda,
Alemania, Sudáfrica y Finlandia.
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