BRASILIA.- El Gobierno del presidente brasileño, Jair Bolsonaro,
anunció este viernes que congeló unos 29.792 millones de reales (unos
6.775 millones de euros) del presupuesto de 2019 para cumplir con la
meta de déficit fiscal impuesta para este año.
El Ministerio de
Economía de Brasil también redujo sus previsiones de crecimiento
económico para este año al pasar del 2,5 %, recogido en el presupuesto,
al 2,2 %.
El Ejecutivo aún no ha decidido qué partidas congelará
ni a qué áreas pertenecen, aunque tiene previsto divulgarlo el próximo
31 de marzo vía decreto, señaló el secretario especial de Hacienda,
Waldery Rodrigues, en una rueda de prensa.
El total bloqueado
responde a una revisión a la baja de los ingresos que obtendrá el Estado
a lo largo de 2019 y para no sobrepasar el techo de gasto de este año,
que alcanza los 139.000 millones de reales (31.650 millones de euros).
El
Ministerio de Economía excluyó así los 12.200 millones de reales (unos
2.800 millones de euros) que pretendía embolsarse con la privatización
de Eletrobras, la mayor empresa de energía del país, y también redujo el
valor de sus ingresos por la explotación de recursos naturales ante la
variación del precio del petróleo.
"La retirada de los ingresos
asociados a la privatización de Eletrobras se hizo por un principio de
prudencia. Volveremos a considerarlas tan pronto como tengamos indicios
materiales de qué puede ocurrir este año", manifestó Rodrigues a los
periodistas.
La venta de Eletrobras fue impulsada por el
expresidente Michel Temer, arrestado ayer por sospecha de corrupción,
pero ha sido paralizada varias veces por la Justicia, en medio de los
problemas por definir el plan para su privatización.
No obstante, el Gobierno consiguió en 2018 poner en manos del sector privado seis distribuidoras de la estatal energética.
Brasil
aún se recupera de la profunda recesión vivida entre 2015 y 2016,
periodo en el que el producto interior bruto (PIB) cayó siete puntos
porcentuales, y de la que comenzó a recuperarse en 2017 y 2018, con
avances del 1,1 % para cada año.
Bolsonaro pretende impulsar
definitivamente el crecimiento de Brasil y reducir el abultado y crónico
déficit fiscal por medio de un plan basado en reformas profundas y un
amplio programa de privatizaciones y concesiones, que coordina el
ministro de Economía, Paulo Guedes.
En este sentido, el Gobierno
ya ha presentado un duro proyecto para reformar el sistema de pensiones,
que es objeto este viernes de protestas de los principales sindicatos
del país, que lo consideran un retroceso para los trabajadores.
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