SANTIAGO.- Activistas
de Greenpeace protestaron ante el rey Harald V y la reina
Sonja de Noruega en la ciudad chilena austral de Punta Arenas por las
graves consecuencias medioambientales que a su entender tiene la
expansión de la industria salmonera noruega en el sur de Chile.
Los
monarcas iniciaron el pasado martes una visita oficial de Estado en
Chile de seis días en el marco de la celebración de los 100 años de las
relaciones diplomáticas entre ambos países.
En
la agenda de su visita se encontraba la visita a una de las zonas más
australes del planeta, como es el Puerto Williams, en la región de
Magallanes, a 3.600 kilómetros al sur de la capital chilena, para
respaldar los nuevos proyectos de salmonicultura con presencia noruega
que se espera que empiecen a funcionar este año en ese lugar.
En
el marco de un acto oficial con las autoridades de Punta Arenas, los
reyes noruegos fueron recibidos con gritos de "no a las salmoneras", "el
pueblo, consciente defiende el medio ambiente", y pancartas de
"bienvenidos reyes, pero sus salmones no", entre otras reclamaciones,
por medioambientalistas.
"Los
manifestantes se oponen a la promoción de la industria salmonera en la
región de Magallanes -donde se ubica Punta Arenas- que ha afectado ya a
muchas comunidades en la zona de Puerto Natales y que está instalándose
ahora en Puerto Williams como una amenaza a las comunidades que viven
allá y que ven como sus modos de vida peligran", dijo a la prensa el
portavoz del área de campañas de Greenpeace Chile, Mauricio Ceballos.
El
activista comentó que el canal Beagle, que conecta el océano Atlántico
con el Pacífico en el sur de América, y que es reserva de la biosfera de
la Unesco, está amenazado por la industria salmonera "que ha sido
protagonizada siempre por los capitales noruegos en Chile".
"Ya
sabemos las consecuencias que esta industria ha generado en distintas
zonas de Chiloé y Aysén por lo que permitirles su funcionamiento en la
Patagonia sería un daño irreparable para las aguas que son la puerta de
entrada a la Antártida", agregó Ceballos.
Noruega
es el mayor productor mundial de salmón de cultivo, seguida de Chile,
aunque ambos países han presentado problemas medioambientales en el sur
de la nación suramericana, causando daño en la pesca artesanal en las
zonas donde se encuentran instaladas las jaulas.
En
innumerables ocasiones, los biólogos chilenos han denunciado a la
industria salmonera por la contaminación de las aguas a través de la
excesiva aplicación de nutrientes, antibióticos y químicos.
Las
empresas salmoneras y el sector financiero noruego juegan un papel
central en las inversiones, producciones y actual expansión de esta
industria en áreas costeras en Chile, según el grupo de protección
marina Centro Ecocéanos.
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