CARACAS.- El cese de la usurpación, la transición
democrática y unas elecciones libres fueron los objetivos propuestos por
la oposición el pasado 23 de enero. Además, Juan Guaidó aseguró que Venezuela "debía lograr el apoyo
tanto de las Fuerzas Armadas Nacionales como de la omunidad internacional".
Después de dos meses desde la autoproclamación, nada ha cambiado. Venezuela tiene, en teoría, dos presidentes: uno elegido en las polémicas elecciones de 2018
y otro autoproclamado como presidente interino, basando su legitimidad
en un mecanismo de la Constitución venezolana.
Esta dualidad también
está presente en el poder legislativo. Por un lado, la Asamblea Nacional elegida en 2015 y de mayoría opositora; por otro lado, la Asamblea Nacional Constituyente elegida en 2017 por el gobierno de Maduro.
Juan Guaidó se amparó en el artículo 233
de la constitución, que recoge lo que se debe hacer en caso de falta de
presidente. Si esto sucediera, el poder quedaría a cargo del presidente
de la Asamblea Nacional, es decir, en manos del mismo Guaidó.
Según
informaciones, la oposición calificó a Maduro como "usurpador del cargo" y
consideraron las elecciones del 2018 como "fraudulentas y sin
transparencia". Por todo esto, le han exigido el abandono de la
presidencia.
Por el contrario, Nicolás Maduro
sigue controlando los poderes del gobierno y, a pesar de las llamadas
de la oposición al apoyo militar, Las Fuerzas Armadas venezolanas no han
abandonado al presidente.
La cúpula militar, encabezada por el ministro de Defensa Vladimir Padrino López, se ha declarado como fiel al gobierno de Maduro.
El
apoyo de las Fuerzas Armadas constituye un pilar importante para que
Guaidó pueda cumplir sus promesas.
Otra de las acciones del presidente
de la Asamblea Nacional fue solicitar ayuda humanitaria a la comunidad internacional,
pero fue bloqueada por las fuerzas de seguridad, que seguían órdenes
del gobierno de Maduro.
Este último calificó la ayuda como
"intervencionismo estadounidense".
"Estamos luchando por unas elecciones
libres", aseguró Juan Guaidó en una rueda de prensa junto al presidente
brasileño Bolsonaro. La transición democrática y las elecciones fueron
dos de los objetivos principales del presidente de la Asamblea Nacional,
que tampoco ha podido cumplir por la difícil división que vive el país
venezolano y las grandes cuotas de poder que posee el gobierno de
Maduro.
No todo son derrotas para Guaidó, que ha conseguido el respaldo internacional de 50 países. El primero fue Estados Unidos. Donald Trump se
manifestó inmediatamente después de la autoproclamación: "estamos con
el pueblo venezolano en la búsqueda de libertad y condenamos la
brutalidad del régimen de Maduro".
Otros países como Canadá, Colombia y
la mayoría de los países latinoamericanos también le apoyaron.
La Unión Europea se
declaró como neutral y "dispuestos a apoyar el restablecimiento de la
democracia a través de un proceso político pacífico y creíble de acuerdo
con la constitución venezolana", como aseguraba la Delegación de la Unión Europea
en Venezuela.
Unas semanas después de la autoproclamación, el 4 de
febrero, países europeos como Francia, Reino Unido y Alemania -entre
otros- se sumaron al reconocimiento de Guaidó como presidente interino
del país.
Sin embargo, otros países como Nicaragua, Bolivia, Rusia, Cuba, Siria y China se mantienen fieles a Maduro como presidente constitucional de Venezuela.
Mientras tanto, la inestabilidad se mantienen Venezuela. Movilizaciones constantes son el escenario
diario en el país, que desde el 7 hasta el 12 de este mes sufrió el
apagón eléctrico más grande de su historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario