CARACAS.- El líder opositor venezolano Juan Guaidó regresó este lunes a Caracas y
fue recibido por una multitud en el aeropuerto y por representantes de
la comunidad internacional tras una gira por varios países de
Suramérica.
"Estamos", dijo Guaidó a periodistas y exclamó: "Seguimos en la calle, seguimos movilizados".
Sobre Guaidó, jefe del Parlamento, que en enero pasado anunció asumir funciones de presidente encargado, pesaba una amenaza de detención por parte del Gobierno de Nicolás Maduro por lo que pidió a los venezolanos acudir a las movilizaciones de calle para apoyarle.
Al aeropuerto se movilizaron además diplomáticos de España, Francia, Alemania, Portugal, Chile, Argentina y otros países y por ellos fue escoltado al llegar al aeropuerto internacional Simón Bolívar de Caracas.
"Sabemos los riesgos, todos sabemos los riesgos de hacer política en Venezuela", dijo Guaidó a periodistas y saludó a los diplomáticos presentes y la multitud que gritaba "sí se puede".
Minutos después dijo en su cuenta de Twitter: "Ya en nuestra tierra amada! Venezuela, acabamos de pasar migración y nos movilizaremos a dónde está nuestro pueblo! #VamosJuntosALaCalle".
El jefe del Parlamento arribó al aeropuerto junto a los diputados Francisco Sucre y Sergio Vergara, ambos del partido de Guaidó, Voluntad Popular (VP).
Guaidó, que inició el pasado 22 de febrero una gira por varios países de Sudamérica anunció este domingo su regreso a Venezuela y convocó a concentraciones en todo el país para apoyar su retorno.
El líder de la Cámara mantuvo en secreto la forma en la que arribaría al país pues enfrenta la posibilidad de ser encarcelado por haber burlado una prohibición de salida del territorio nacional que le dictó la Justicia, que solo reconoce a Nicolás Maduro como mandatario, por su proclamación como presidente interino.
Guaidó advierte que Maduro, a quien considera un usurpador de la Presidencia, "va a pretender como nunca reprimirnos y desunirnos" por lo que llamó a los ciudadanos a mantenerse movilizados.
Hasta el momento ni la Fiscalía, ni el Supremo, ni ninguno de los altos dirigentes de la llamada revolución bolivariana se ha pronunciado sobre el regreso de Guaidó, pero su círculo más cercano considera que es "real" la amenaza de la detención.
Guaidó, se dirige ahora al centro de Caracas y al enfrentamiento. Cuando llegue para continuar su campaña de destitución del presidente Nicolás Maduro, corre el riesgo de ser arrestado.
Guaidó
dijo en una grabación de audio publicada en Twitter este lunes en la
mañana, que iba de regreso a casa tras una gira regional de una semana
en la que trató de consolidar su apoyo para derrocar a Maduro, cuyo
régimen ha arruinado al país y perseguido a sus enemigos. Guaidó dijo
que llegaría en unas horas, pero no dijo dónde ni cómo.
Guaidó,
presidente de la Asamblea Nacional dominada por la oposición, pidió a
los partidarios salir hoy a las calles, en el día festivo del carnaval,
para exigir que Maduro renuncie.
"A mi llegada, sea cual sea la ruta que tome el dictador, continuaremos", dijo en la grabación.
No
está claro si las fuerzas de seguridad de Maduro arrestarán a Guaidó
por ignorar la prohibición de viajar que violó el mes pasado cuando
cruzó secretamente la frontera hacia Colombia para supervisar la entrega
de ayuda humanitaria proporcionada por EE.UU. El esfuerzo fracasó y
provocó un enfrentamiento cruel en los cruces fronterizos.
EE.UU.
y docenas de aliados dicen que el gobierno de Maduro es ilegítimo y
reconocen a Guaidó como presidente interino de Venezuela. EE.UU. ha
amenazado con "una respuesta fuerte y significativa" si Guaidó sufre
algún daño.
Desde
que Guaidó se declaró líder legítimo de la nación en enero, EE.UU. ha
adoptado una línea cada vez más dura contra el gobierno de Maduro en un
intento por destituirlo. EE.UU. ha intensificado las sanciones
financieras y petroleras destinadas a expulsar a Maduro de su cargo al
privarlo de divisas.
Pero estos castigos también han desencadenado
advertencias de que la nación de 30 millones de habitantes podría estar
ad portas de una hambruna ya que está perdiendo su capacidad de pago de
los alimentos importados.
La
semana pasada, Guaidó se reunió en Bogotá con el vicepresidente de
EE.UU., Mike Pence. Luego viajó a Brasil, Paraguay, Argentina y Ecuador
para reunirse con los líderes de estos países. Todos respaldan su
iniciativa para derrocar a Maduro, quien se sospecha robó las elecciones
el año pasado.
A
pesar de su apoyo internacional, la posición de Guaidó dentro de
Venezuela es más precaria. Hasta ahora, los principales militares han
permanecido leales a Maduro, quien mantiene el control de otras
instituciones clave, como el Tribunal Supremo.
Rusia,
China y Turquía aún respaldan al gobierno de Maduro, aunque el apoyo
financiero futuro de estos países es una duda que persiste y que es
clave para el poder de Maduro.
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