BRUSELAS.- Las instituciones de la Unión Europea han alcanzado este miércoles un
acuerdo para reforzar la supervisión de las cámaras de compensación y
liquidación de operaciones en euros con sede en Reino Unido, que en
última instancia podría exigir su instalación en el bloque comunitario
cuando se produzca el Brexit.
En la actualidad hay 16 cámaras de
contrapartida central (CCP, por sus siglas en inglés) establecidas y
autorizadas en la UE, mientras que otras 32 de terceros países han sido
reconocidas por las reglas de equivalencia de la directiva sobre
derivados extrabursátiles, cámaras de contrapartida central y registros
de operaciones (EMIR).
Tres de estas cámaras con sede
en Reino Unido se convertirán en CCP extranjeras con el Brexit y, dada
su importancia para la estabilidad financiera de la UE, tendrán que
cumplir con los nuevos requisitos y, si la Comisión Europea lo considera
necesario, trasladar sus oficinas a territorio comunitario.
En concreto, el nuevo sistema introduce un mecanismo
único de supervisión dentro de la Autoridad Europea de Valores y
Mercados (ESMA) para crear un grupo de expertos en la materia y
garantizar una mejor cooperación entre las autoridades de supervisión.
De
la misma forma, refuerza el sistema de reconocimiento y vigilancia de
CCP a través de un sistema doble que diferencia a aquellas consideradas
como sistémicas -cuya quiebra supondría mayor peligro para la
estabilidad financiera de la UE-- y las que no.
La
ESMA analizará si cada CCP pertenece al primer grupo o al segundo sobre
la base de criterios específicos como su naturaleza, tamaño y
complejidad de su negocio. Si una cámara de compensación es identificada
como sistémica, estará sujeta a normas más estrictas para poder operar
en euros.
En concreto, tendrá que cumplir con los
requisitos prudenciales específicos de la UE y las normas del país en el
que tiene la sede si es extranjera. En segundo lugar, ESMA tendrá que
tener la confirmación de todos los bancos centrales relevantes de que
cumple con los requisitos nacionales que cada Estado miembro puede
pedir. Y por último, la cámara de compensación tendrá que aportar a la
ESMA toda la información relevante que solicite y permitir las
inspecciones en sus edificios.
Teniendo en cuenta
estos criterios, la ESMA podrá determinar si una cámara de compensación
con importancia sistémica cumple o no con todos los requisitos
necesarios para prestar servicios en la UE.
En última
instancia, la Comisión Europea podrá tomar la decisión, como medida de
último recurso, de obligar a una CCP a establecerse en el bloque
comunitario para poder continuar con su actividad.
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