WASHINGTON.- Los países de América Latina y el
Caribe necesitarán duplicar el número de profesionales en las áreas de
educación y salud, ya que el sector social se convertirá en un ámbito
clave para el desarrollo en la región, según un estudio del Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) presentado este martes.
El
rápido envejecimiento de la población, que supondrá más demanda de
atención médica, junto al aumento de matriculaciones de estudiantes, son
dos de los factores que impulsarán este cambio, explicó el asesor
económico del Sector Social y coautor del estudio, Norbert Schady.
Según Schady, existe una preocupación generalizada por el
futuro del empleo, pero las investigaciones hasta ahora se han centrado
en países desarrollados en lugar de en zonas en desarrollo y cuyos
resultados son muy diferentes.
"A diferencia de otros
sectores la automatización no va a ser el mayor factor de impacto en los
sectores sociales, pues numerosas previsiones coinciden en que estos
empleos no serán reemplazados por las nuevas tecnologías", argumentó el
especialista.
Así, según la previsión del BID, los
países de América Latina y el Caribe demandarán 12 millones de maestros,
3 millones de médicos y 8 millones de enfermeros para el año 2040.
Todas
estas ocupaciones exigen una serie de capacidades interpersonales que
difícilmente pueden ser sustituidas por la inteligencia artificial,
consideró el informe.
Además, serán áreas
fundamentales para el desarrollo de la región pues, como recordó Schady,
"una buena educación y salud son importantes para la productividad de
un país".
En educación, a pesar de que el número de
menores en edad escolar baja de forma generalizada en el continente, la
proporción de los que se matriculan en escuelas aumenta y hay gran
probabilidad de que lo siga haciendo.
Para Schady
"habrá más estudiantes en proporción al total de habitantes y, en
general, el número de alumnos por cada maestro será menor, ya que la
cantidad de profesores aumentará hasta el 50 %".
Por otra parte, la región envejece "a pasos agigantados", lo que supondrá una demanda mayor de atención sanitaria.
"En
todos los países que han envejecido de forma acelerada, cuando creció
el número de adultos mayores lo hizo también el de médicos -señaló el
asesor económico-, es normal que en la tercera edad se tienda a
necesitar más asistencia médica".
Por ejemplo, en
Chile la proporción de adultos mayores de 65 años se duplicará en los
siguientes 20 años, pasando del 10 al 20 % de la población; una
transición que en Alemania duró 60 años (entre 1950 y 2010).
El
reto que afrontan estos países es doble, ya que deberán ser capaces de
formar a todos esos profesionales y, al tiempo, responder a las
necesidades sociales de la población.
Más de la mitad
de los médicos y enfermeros requeridos son personas que aún no han
comenzado su carrera universitaria, lo que presenta una oportunidad para
cerrar las brechas de acceso a estudios y profesiones de alta
cualificación.
Asimismo, para superar esta transición
de forma "ordenada" los gobiernos deberán replantearse sus sistemas
sociales, estimó Schady.
"Tiene que darse una
conversación en los ministerios de economía y finanzas, porque va a
requerir de más gasto público en educación y salud. La otra opción sería
privatizarlo", explicó el especialista.
No obstante,
Schady aclaró que el estudio "no plantea una opinión", puesto que "es
algo que deberán idear los gobiernos de cada país".
Por otra parte, el informe insistió en que estos empleos en el sector social son "de buena calidad".
"En
el 2000 un maestro ganaba el 70 % de lo que ganan en promedio otras
profesiones con educación superior. Ahora el promedio es del 90 %",
destacó Schady al reconocer que el "tema de los salarios es candente en
la región".
"Puede que tengan que crecer aún más, pero lo hacen más rápido", analizó.
De
acuerdo con el BID, los sueldos de los médicos, ajustados a la
inflación aumentaron desde 2000 hasta el 40 % y los de los enfermeros el
60 %.
También tanto las de educación como las de
sanidad son profesiones con una brecha de género menor ya que, mientras
la diferencia media entre lo que cobra una mujer y un hombre es del 30
%, esta se reduce al 10-20 % entre maestros y médicos y es inexistentes
en la enfermería.
Así, son mujeres tres de cada cuatro maestras, nueve de cada diez enfermeras y alrededor de la mitad de los médicos.
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