LONDRES.- Theresa May
ha viajado a la Inglaterra profunda, industrial y pro Brexti para lanzar
una advertencia de doble filo a la Unión Europea y al Parlamento
británico. A su paso por Grimsby, la "premier" ha asegurado que Reino Unido puede "no abandonar nunca la UE" si Westminster vuelve a rechazar su acuerdo con Bruselas, en la votación final prevista para el próximo martes, según crónica del diario español El Mundo.
"El Brexit no pertenece al Parlamento, sino a todo el país",
ha declarado May en un escenario a la medida para amplificar su
mensaje. "Todos quieren que dejemos atrás los agrios debates y logremos
salir de la UE como un país con éxito (...) Si los diputados rechazan el
acuerdo, nadie sabe lo que puede pasar. Sería un momento de crisis".
La "premier" ha apelado también directamente a la UE para que sea
flexible en la recta final de la renegociación "por el interés mutuo",
horas después de que las conversaciones sobre la controvertida
"salvaguarda" irlandesa llegaran a punto muerto. May podría viajar "in
extremis" a Bruselas durante el fin de semana para intentar dar "un
nuevo empujón" y lograr las garantías que reclama el Parlamento para que
Reino Unido no pueda quedar atrapado indefinidamente en la unión
aduanera.
La Unión Europea llegó a dar incluso el jueves un
ultimátum al Gobierno británico para presentar "una propuesta factible"
que permitiera desbloquear la renegociación, tras el
rechazo inicial a las dos ideas defendidas durante la semana por el
fiscal general Geoffrey Cox para eliminar el escollo de la
"salvaguarda", que garantiza indefinidamente el "estatus quo" entre las dos Irlandas
(para evitar la vuelta a la frontera dura) mientras no se firme un
nuevo tratado comercial tras el Brexit o no se encuentre una
alternativa.
Cox puso sobre la mesa varias opciones para
fijar un límite temporal o permitir que Londres pueda salir
unilateralmente de la "salvaguarda". Las dos últimas propuestas
británicas fueron la creación de un panel de arbitraje o la así llamada
"minisalvaguarda", que regulara solo los aspectos cruciales para evitar
la infraestructura aduanera entre Dublín y Belfast.
Pese a las dificultades en la renegociación, May ha decidido mantener el 12 de marzo como fecha tope para presentar en el Parlamento un hipotético nuevo acuerdo
y someterlo a votación. Si vuelve a fallar en su propósito, como ya
ocurrió en enero, el Parlamento votaría el 13 de marzo la opción del "no
acuerdo" (que sería posiblemente bloqueada por la mayoría), seguida por
otra votación el 14 de marzo sobre la extensión del Artículo 50 (que
tiene mucho más visos de salir de adelante).
En su discurso
en Gimsby, May ha advertido sin embargo de los riesgos de una demora
del Brexit más allá de la fecha inicialmente fijadas del 29 de marzo. "La Unión Europea podría poner nuevas condiciones
si ponemos en acción el retraso del Brexit", advirtió.
"Y eso puede
llevar a un Brexit que no se corresponde con lo que la gente votó.
Podría significar un Brexit que no se acabara con la libertad de
movimientos, y que no pudiéramos negociar nuevos tratados comerciales...
o incluso podría llevarnos hasta un segundo referéndum".
La
"premier" ha reconocido que el resultado final podría ser también la
cancelación del Brexit, "y eso causaría un profundo daño a la fe del
pueblo en nuestra democracia, y sobre todo a aquellos que votaron por
primera vez en el referéndum".
"¿Qué votarían la próxima ocasión, tras
comprobar que sus deseos no han podido ser cumplidos?", se ha preguntado
May.
El secretario de Exteriores Jeremy Hunt ha advertido entre tanto que las relaciones entre Londres y Bruselas se pueden ver "envenenadas"
si la UE no muestra más flexibilidad en la renegociación.
"Este es un
momento de cambio en la relación entre el Reino Unido y la UE y la
historia juzgará a las dos partes si tomamos la decisión errónea".
El líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, ha advertido que el cambio climático y la pobreza son cuestiones "más importantes que el Brexit".
"Nosotros no estamos obsesionados como otros por los problemas
constitucionales, sino por los problemas que afectan a la vida diaria",
ha dicho Corbyn durante la conferencia del Partido Laborista en Escocia.
"La crisis del clima es la mayor amenaza en el futuro", ha advertido.
"Y la auténtica división en este país no es entre los partidarios de la
salida y de la permanencia, sino entre quienes hacen el trabajo, crean
riqueza y pagan impuestos y quienes hace las reglas, se quedan con las
recompensan y evitar pagar las tasas".
No hay comentarios:
Publicar un comentario