domingo, 10 de marzo de 2019

Theresa May advierte que Reino Unido puede "no abandonar nunca la UE" si se vuelve a rechazar su acuerdo

LONDRES.- Theresa May ha viajado a la Inglaterra profunda, industrial y pro Brexti para lanzar una advertencia de doble filo a la Unión Europea y al Parlamento británico. A su paso por Grimsby, la "premier" ha asegurado que Reino Unido puede "no abandonar nunca la UE" si Westminster vuelve a rechazar su acuerdo con Bruselas, en la votación final prevista para el próximo martes, según crónica del diario español El Mundo.

"El Brexit no pertenece al Parlamento, sino a todo el país", ha declarado May en un escenario a la medida para amplificar su mensaje. "Todos quieren que dejemos atrás los agrios debates y logremos salir de la UE como un país con éxito (...) Si los diputados rechazan el acuerdo, nadie sabe lo que puede pasar. Sería un momento de crisis".
La "premier" ha apelado también directamente a la UE para que sea flexible en la recta final de la renegociación "por el interés mutuo", horas después de que las conversaciones sobre la controvertida "salvaguarda" irlandesa llegaran a punto muerto. May podría viajar "in extremis" a Bruselas durante el fin de semana para intentar dar "un nuevo empujón" y lograr las garantías que reclama el Parlamento para que Reino Unido no pueda quedar atrapado indefinidamente en la unión aduanera.
La Unión Europea llegó a dar incluso el jueves un ultimátum al Gobierno británico para presentar "una propuesta factible" que permitiera desbloquear la renegociación, tras el rechazo inicial a las dos ideas defendidas durante la semana por el fiscal general Geoffrey Cox para eliminar el escollo de la "salvaguarda", que garantiza indefinidamente el "estatus quo" entre las dos Irlandas (para evitar la vuelta a la frontera dura) mientras no se firme un nuevo tratado comercial tras el Brexit o no se encuentre una alternativa.
Cox puso sobre la mesa varias opciones para fijar un límite temporal o permitir que Londres pueda salir unilateralmente de la "salvaguarda". Las dos últimas propuestas británicas fueron la creación de un panel de arbitraje o la así llamada "minisalvaguarda", que regulara solo los aspectos cruciales para evitar la infraestructura aduanera entre Dublín y Belfast.
Pese a las dificultades en la renegociación, May ha decidido mantener el 12 de marzo como fecha tope para presentar en el Parlamento un hipotético nuevo acuerdo y someterlo a votación. Si vuelve a fallar en su propósito, como ya ocurrió en enero, el Parlamento votaría el 13 de marzo la opción del "no acuerdo" (que sería posiblemente bloqueada por la mayoría), seguida por otra votación el 14 de marzo sobre la extensión del Artículo 50 (que tiene mucho más visos de salir de adelante).
En su discurso en Gimsby, May ha advertido sin embargo de los riesgos de una demora del Brexit más allá de la fecha inicialmente fijadas del 29 de marzo. "La Unión Europea podría poner nuevas condiciones si ponemos en acción el retraso del Brexit", advirtió. 
"Y eso puede llevar a un Brexit que no se corresponde con lo que la gente votó. Podría significar un Brexit que no se acabara con la libertad de movimientos, y que no pudiéramos negociar nuevos tratados comerciales... o incluso podría llevarnos hasta un segundo referéndum".
La "premier" ha reconocido que el resultado final podría ser también la cancelación del Brexit, "y eso causaría un profundo daño a la fe del pueblo en nuestra democracia, y sobre todo a aquellos que votaron por primera vez en el referéndum". 
"¿Qué votarían la próxima ocasión, tras comprobar que sus deseos no han podido ser cumplidos?", se ha preguntado May.
El secretario de Exteriores Jeremy Hunt ha advertido entre tanto que las relaciones entre Londres y Bruselas se pueden ver "envenenadas" si la UE no muestra más flexibilidad en la renegociación. 
"Este es un momento de cambio en la relación entre el Reino Unido y la UE y la historia juzgará a las dos partes si tomamos la decisión errónea".
El líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, ha advertido que el cambio climático y la pobreza son cuestiones "más importantes que el Brexit". 
 "Nosotros no estamos obsesionados como otros por los problemas constitucionales, sino por los problemas que afectan a la vida diaria", ha dicho Corbyn durante la conferencia del Partido Laborista en Escocia. 
 "La crisis del clima es la mayor amenaza en el futuro", ha advertido. "Y la auténtica división en este país no es entre los partidarios de la salida y de la permanencia, sino entre quienes hacen el trabajo, crean riqueza y pagan impuestos y quienes hace las reglas, se quedan con las recompensan y evitar pagar las tasas".

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