FRÁNCFORT.- Los
funcionarios del Banco Central Europeo no están entusiasmados con la
reforma de su herramienta de tasa de interés negativa y algunos dudan
que realmente suceda cuando se complete un análisis de la política,
según personas con conocimiento del tema.
Los
formuladores de política del BCE no se oponen al movimiento del
presidente Mario Draghi de examinar el impacto de la medida, pero muchos
aún no ven mérito en un cambio al llamado escalonamiento para eximir
algunas reservas bancarias en exceso de la tasa de depósito, aseguran
estas personas, quienes pidieron no ser identificadas porque las
discusiones son confidenciales.
Entre
las diversas motivaciones para mantener el statu quo se encuentran la
renuencia a amortiguar el efecto de la herramienta existente, las
preocupaciones sobre la posibilidad de dar indicios de futuros recortes
de tasas y la preocupación de que el BCE sea responsabilizado de la
rentabilidad de los bancos, dijeron las personas.
La
combinación de la inercia y el endurecimiento de la oposición al cambio
en la política monetaria por debajo de cero del BCE está surgiendo a
raíz de una reunión no concluyente la semana pasada. Los responsables de
las políticas solo se comprometieron a analizar el asunto debido al
llamado sorpresa de Draghi para "reflexionar" sobre una posible
renovación. La tasa de depósito del BCE, actualmente en menos 0,4 por
ciento, ha estado por debajo de cero durante casi media década.
Draghi
no consultó al Consejo de Gobierno antes de sus comentarios el mes
pasado. Si bien no mencionó el escalonamiento por su nombre, sus
comentarios generaron especulaciones de que el BCE podría introducir
versiones de la medida que ya se utilizan en Japón, Suiza y Dinamarca.
Cuando el BCE redujo su tasa por última vez, en marzo de 2016, rechazó
tal enfoque por considerarlo demasiado complejo.
Algunos
gobernadores ya han expresado públicamente su escepticismo personal
sobre cualquier ablandamiento de la herramienta de tasa negativa. Vitas
Vasiliauskas, de Lituania, dijo en una entrevista que no le interesa el
escalonamiento, y el jefe del banco central holandés, Klaas Knot, dijo
que la política ha estimulado el crecimiento del crédito y otras
consideraciones están "un poco fuera del ámbito de los objetivos
monetarios".
Francois
Villeroy de Galhau, el miembro del Consejo de Gobierno francés que
inició el impulso para la revisión, dijo el lunes que el BCE todavía
está convencido de que "en general, las tasas de interés negativas son
positivas".
El
BCE ha estado buscando formas de combatir una desaceleración económica
que amenaza con frustrar sus intentos de lograr una inflación sostenible
para la región del euro. En marzo, rebajó su perspectiva de crecimiento
y dio a conocer un nuevo programa de préstamos bancarios solo tres
meses después de detener las compras de activos.
El
llamado de Draghi para una revisión de la política de tasa negativa
demuestra que el BCE todavía tiene muchas municiones para apoyar la
economía, aseguran las fuentes.
Sin embargo, si bien el debate sobre el
escalonamiento ha generado cierta especulación entre los analistas de
que tal movimiento podría allanar el camino para bajar aún más las tasas
de interés si fuera necesario, los formuladores de política no han
discutido los recortes, afirmaron las personas.
El
BCE podría señalar después del análisis que el escalonamiento es una
opción para el futuro, lo que facilitaría la posibilidad de nuevos
recortes de tasas si fueran necesarios, dijeron dos de las personas.
Un portavoz del BCE se negó a comentar sobre las discusiones del Consejo de Gobierno.
El
presidente ha tenido éxito en el pasado al impulsar políticas de las
que necesitaba persuadir a su Consejo de Gobierno.
Draghi insinuó el
desarrollo de la herramienta de lucha contra la crisis del BCE y el
despliegue de la flexibilización cuantitativa antes de que los
funcionarios los respaldaran.
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