WASHINGTON.- Los funcionarios de Estados Unidos “no están satisfechos todavía”,
por todos los problemas que se interponen en un acuerdo para poner fin a
la guerra comercial entre Washington y Pekín, pero avanzaron en las
conversaciones con China la semana pasada, dijo un funcionario
de la Casa Blanca.
Estados Unidos y China han estado en una
disputa arancelaria desde julio de 2018, lo que ha afectado a los
mercados financieros mundiales y a las cadenas de suministro y ha
costado a las dos mayores economías del mundo miles de millones de
dólares.
Los
funcionarios estadounidenses están presionando a China para que aborde
los subsidios industriales, la transferencia de tecnología y los
derechos de propiedad intelectual.
Las dos partes concluyeron la
última ronda de conversaciones en Washington la semana pasada y
reanudarán las conversaciones esta semana de forma remota.
“Estamos
avanzando en una serie de cosas y hay algunas en las que aún no estamos
satisfechos”, dijo Clete Willems, un importante funcionario
de comercio de la Casa Blanca, durante un evento de la Cámara de
Comercio de Estados Unidos.
Willems no quiso entrar en detalles
sobre los problemas que quedaron sin resolver. La semana pasada, el
presidente Donald Trump dijo que se podría llegar a un acuerdo en unas
cuatro semanas.
El funcionario tampoco quiso hablar de fechas:
“Debería ser una buena señal que no estemos apurándonos. Queremos
hacerlo bien y necesitamos concretar detalles”.
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