martes, 16 de abril de 2019

Trump estaría a punto de entregar a China una nueva arma comercial

WASHINGTON.- Una de las grandes prioridades en la lista del presidente Donald Trump, a medida que trata de lograr un acuerdo comercial con su contraparte Xi Jinping, es asegurarse de que China enfrente las consecuencias si no cumple con sus promesas. 

Sin embargo, con este objetivo en mente, Trump también podría estar dando a China una nueva arma que usaría en contra de las compañías estadounidenses y asestaría otro golpe al estado de derecho internacional.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo que EE.UU. ha hecho sus propios compromisos con China y acordó que ambas partes estarán sujetas a un mecanismo de cumplimiento. 
"Este será un acuerdo de doble vía en la aplicación", dijo Mnuchin el lunes, luego de decir durante el fin de semana que EE.UU. estaba abierto a "ciertas repercusiones".
Los detalles de los compromisos de EE.UU. y cómo funcionará el mecanismo de cumplimiento siguen siendo escasos. Pero los comentarios de Mnuchin han provocado una gran cantidad de cuestionamientos entre juristas, la comunidad empresarial y el Congreso.
Si EE.UU. autoriza a China a ejercer poderes recíprocos, convertiría a China en "juez, jurado y verdugo frente al cumplimiento de nuestras obligaciones", dijo Daniel Price, quien se desempeñó como asesor económico senior del presidente George W. Bush y ahora está en Rock Creek Global Advisors en Washington. 
"No creo que la comunidad empresarial de EE.UU. esté lo suficientemente alerta ante el riesgo de estar constantemente expuesta a medidas de cumplimiento unilaterales por parte de China".
El gobierno de Trump quiere tener un mecanismo que le permita castigar rápidamente cualquier obstáculo de los funcionarios chinos al imponer aranceles u otras sanciones sin tener que pasar por la Organización Mundial del Comercio (OMC) u otros adjudicadores que, según ellos, han sido ineficientes en el pasado. 
Pero cualquier acuerdo recíproco daría a los líderes chinos otra forma de aplicar rápidamente su propia presión sobre las compañías estadounidenses.
El mecanismo que se está contemplando, dijeron los funcionarios estadounidenses, requeriría consultas entre los funcionarios chinos y estadounidenses sobre disputas, pero en última instancia permitiría a cualquiera de las partes imponer sanciones comerciales de manera unilateral. 
El acuerdo también permitiría que ambas partes acuerden renunciar a su derecho a tomar represalias o impugnar cualquier acción de ejecución por parte de la otra en la OMC.
Grupos empresariales se han negado a hacer comentarios públicos sobre las declaraciones de Mnuchin, diciendo que el modelo del sistema de cumplimiento aún no está claro. 
Pero los cabilderos se quejan de que no están siendo consultados por la administración y temen que una vez que se anuncie el acuerdo, las compañías estadounidenses se verán obligadas a aceptarlo como un hecho definitivo.

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