BRUSELAS.- Un 53 % de los productos peligrosos
detectados en 2018 en la Unión Europea (UE) procedía de China (incluido
Hong Kong y Taiwán) según el último informe anual de la Comisión Europea
(CE), publicado este jueves.
Los artículos sobre los
que más alertas recibió el pasado año el mecanismo de "Puerta de
seguridad" (antes conocido como Sistema de Alerta Rápida) fueron, por
orden, los juguetes (representaron el 31 %), seguidos de los vehículos
de motor (19 %), la ropa y textiles (10 %), los electrodomésticos (8 %) y
los cosméticos (7 %).
Las autoridades europeas intercambiaron 2.257 alertas
sobre productos peligrosos, una cifra prácticamente estable con respecto
a 2017, cuando se notificaron 2.021 avisos.
En
España la cifra fue de 121 alertas en 2018, el 67 % relacionadas con
juguetes, el 14 % con ropa y textiles y el 4 % con vehículos de motor.
Los países a la cabeza de alertas comunicadas fueron Alemania (362), Francia (249) y Hungría (172).
Esas alertas se acompañaron de 4.050 acciones para solucionar la situaciones, fundamentalmente retiradas de productos.
Los principales riesgos que presentaban esos productos eran de tipo
químico y la posibilidad de causar heridas (25 % en ambos casos),
seguidos de la posible asfixia para los niños (18 %), las descargas
eléctricas (10 %) y el fuego (8 %).
La comisaria
europea de Consumidores, Vera Jourová, subrayó que el sistema europeo es
"una herramienta clave para proteger a los europeos de los productos
peligrosos".
Aseguró que Bruselas "seguirá trabajando
con las autoridades nacionales y los terceros países para mantener a
los consumidores europeos seguros".
Aunque las
retiradas son una de las medidas más comunes para reducir los riesgos de
los productos peligrosos, el porcentaje de aquellos recuperados de los
consumidores sigue siendo en general bajo, según la CE.
La cooperación con las autoridades chinas en materia de seguridad de
los productos sigue siendo una prioridad, según Bruselas, aunque los
resultados de esos contactos "son mixtos".
La
organización europea de consumidores BEUC señaló que la cifra de alertas
"es solo la punta del iceberg, ya que cada notificación puede
representar miles de productos defectuosos y es posible que muchos
productos no se encuentren".
Añadió que "los grupos
de consumidores consideran que el sistema de vigilancia del mercado
fragmentado, con financiación insuficiente y desigual del mercado único
europeo es un obstáculo para reducir este número".
En
ese contexto, se refieren a la propuesta de reforma actualmente en
negociación a nivel comunitario, que "podría mejorar la situación a
partir de 2021" y confiaron en la aprobación por parte del Parlamento
Europeo a finales de abril.
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