WASHINGTON.- El gasto de los consumidores en Estados Unidos se incrementó a su mayor
ritmo en más de nueve años y medio en marzo, aunque las presiones
inflacionarias permanecieron tenues ya que una medida clave sobre los
precios mostró su menor avance anualizado en 14 meses.
El incremento en el gasto personal, revelado el lunes por el
Departamento del Comercio, es una buena señal en torno al aumento del
consumo hacia el segundo trimestre, tras desacelerarse drásticamente en
los primeros tres meses del año.
La inflación bajo control, sin
embargo, apoya la reciente decisión de la Reserva Federal de suspender
nuevos aumentos de los tipos de interés este año.
En marzo, el
banco central abandonó sus previsiones sobre más alzas en los costes de
endeudamiento en lo que resta de 2009, poniendo freno a una campaña de
endurecimiento monetario de tres años que le llevó a subir los tipos de
interés cuatro veces en 2018.
El
gasto del consumidor, que representa más de dos tercios de la actividad
económica de Estados Unidos, aumentó un 0,9 por ciento en marzo, ya que
las familias elevaron sus compras de vehículos a motor e invirtieron
más en salud.
La lectura se compara con la expectativa de
economistas encuestados por Reuters de un alza de 0,7 por ciento y con
la subida de 0,1 por ciento en febrero, cuyos datos se atrasaron por una
paralización parcial del Gobierno estadounidense que se extendió por
cinco semanas hasta el 25 de enero.
Los datos de enero se
revisaron al alza para mostrar un ascenso de 0,3 por ciento en lugar del
incremento de 0,1 por ciento que se reportó originalmente.
Ajustado
a la inflación, el gasto del consumidor subió 0,7 por ciento en marzo.
En tanto, el denominado índice subyacente PCE se mantuvo sin cambios en
el segundo mes del año. La lectura fue incluida en el cálculo sobre la
evolución del Producto Interior Bruto (PIB) del país en el primer
trimestre.
El
aumento de marzo del gasto real del consumidor sugiere una probable
aceleración en el segundo trimestre. El gasto de los consumidores creció
1,2 por ciento a tasa anualizada en el primer trimestre, el menor nivel
en un año.
Aún así, los datos de inflación son benignos. El
índice subyacente de los gastos personales (PCE), que excluye los
componentes volátiles sobre precios de la energía y los alimentos, se
mantuvo sin cambios en marzo tras de subir 0,1 por ciento en febrero.
La
cifra redujo el incremento interanual del PCE subyacente al 1,6 por
ciento, su alza más débil desde enero de 2018 y en comparación con el
ascenso del 1,7 por ciento mostrado en febrero.
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