LONDRES.- Theresa May está considerando una nueva táctica en su intento desesperado por cumplir con el brexit. El
acuerdo de la primera ministra ha sido rechazado tres veces por el
Parlamento, y si no logra hacerlo aprobar en un mes, tendrá que luchar
en las elecciones europeas que castigarán a su partido.
Así
que en lugar de devolver el acuerdo a los legisladores, probará su
suerte con un sustituto, una legislación que consagre su acuerdo en la
ley.
Es
una apuesta, y ya ha perdido muchas, pero la idea es que sus oponentes
puedan agregar sus propios deseos para el brexit a la legislación con
enmiendas. Una vez que lo hayan hecho, podría haber una oportunidad de
aprobarlo, de acuerdo con una persona familiarizada con el pensamiento
del gobierno.
May
está poniendo sus esperanzas en que los miembros laboristas del
Parlamento voten a favor del proyecto de ley, a pesar de que las
conversaciones con los dirigentes laboristas dirigidas a encontrar un
consenso sobre el brexit no han logrado avanzar.
Si
falla, lo siguiente será más caos y agitación, y no hay posibilidad de
que pueda cumplir con el brexit a tiempo para evitar las elecciones de
la UE.
No obstante, no hay mucho que perder si lo intenta: si no
presenta el proyecto de ley al Parlamento en las próximas semanas, no
hay forma de que el Reino Unido salga antes de la votación.
El
gabinete acordó el martes que el proyecto de ley sobre el acuerdo de
retiro se presentará ante la Cámara de los Comunes "tan pronto como sea
posible", informó el portavoz de May, James Slack a periodistas.
El
proyecto de ley podría ser rechazado. Si eso sucede, May no podría
recuperarlo sin finalizar la sesión parlamentaria actual y comenzar una
nueva. Eso implica un proceso y un procedimiento que requieren mucho
tiempo, aunque no una nueva elección.
Una
persona familiarizada con el pensamiento de May dijo que la decisión
sobre si presentar el Proyecto de Ley de Retiro se tomaría dependiendo
de los desarrollos en los próximos días, mientras continúan las
conversaciones con los laboristas.
El
proyecto de ley podría ser un vehículo para cumplir con los compromisos
que el partido laborista opositor está solicitando respecto a los
derechos laborales y las protecciones ambientales.
Aunque
May le dijo al gabinete que estas conversaciones eran "serias", también
dijo que eran "difíciles en algunas áreas", según Slack. Entre estas se
incluye la cuestión de una unión aduanera con la UE.
Para los
laboristas, es un requisito mínimo. Para May, es inaceptable. Dos
personas involucradas en el lado laborista de las discusiones dijeron el
martes que el partido estaba muy lejos de poder estar de acuerdo con el
gobierno.
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