TEL AVIV.- Israel esperaba este miércoles los resultados finales de las elecciones
que confirmen la victoria oficial del primer ministro, Benjamin
Netanyahu, del derechista Likud, que con el 98% de los votos escrutados
saca una leve ventaja a su principal rival, Beni Gantz, de la plataforma
centrista Azul y Blanco, y ya se ha puesto manos a la obra para
negociar una coalición de Gobierno.
Según los últimos datos, el Likud (La Consolidación) y Azul y Blanco empatan a 35 asientos en la Cámara.
La nueva formación de Gantz, creada hace menos de dos meses, entra con el mismo número de asientos que el Likud,
que a su vez obtuvo cinco diputados más que en las elecciones de 2015, y
ambos necesitarían superar la mayoría simple con 61 escaños para formar
Gobierno.
La participación electoral entre una población con unos 6,3 millones de electores rondó el 67%, casi cuatro puntos menos que en las legislativas anteriores.
Tanto Netanyahu como Gantz recibieron el apoyo de alrededor del 26% de los votantes, pero desde el comienzo de la campaña el primero se ha mostrado más capaz de formar una coalición en un espectro político donde la derecha está más representada y el centro-izquierda disminuye en la cámara.
El Partido Laborista en Israel que en las elecciones de 2015 fue el segundo partido más votado con 24 escaños en coalición con Hatnuá, ha descendido a su mínimo histórico hasta los seis asientos en estos comicios.
Los analistas dan a un posible “bloque de derechas” liderado por el Likud un total de 65 escaños
aportados por formaciones que podrían estar dispuestas a formar
gobierno como las ultraortodoxas Shas y Judaísmo Unido por la Torá, con
ocho escaños cada una, o el ultraderechista Israel Nuestro Hogar, de
Avigdor Lieberman, que de momento no ha comprometido su apoyo a
Netanyahu pero sí se lo ha negado a Gantz. También la Unión de Partidos
de Derecha, con cinco escaños, y Kulanu, un partido de centro que podría
aportar cuatro diputados, serían claves para un próximo Ejecutivo,
encabezado por Likud.
Los partidos de centro, izquierda y árabes sumarían 55 escaños, insuficientes para sacar adelante una eventual coalición liderada por Gantz, que además ha asegurado que no busca ningún pacto con los últimos.
Mientras avanzan las negociaciones, la próxima
semana el presidente israelí, Reuvén Rivlin, iniciará las consultas
oficiales con todos los candidatos, tras lo que asignará la tarea de
formar el Ejecutivo al candidato que consideran más capaz de lograrlo.
Por primera vez en la historia del país estas reuniones con los distintos grupos se retransmitirán en directo, una decisión que se ha acordado con el presidente del Comité Electoral, Hanan Melcer, justificada para una mayor transparencia.
Los resultados electorales no se han visto afectados por el anuncio
de la Fiscalía General de que imputará al actual jefe de Gobierno en
tres casos de corrupción, una decisión aún pendiente de una vista
preliminar que aún se demorará varios meses.
Los palestinos, cuyo conflicto con Israel ha estado casi ausente en
la campaña electoral, han lamentado los resultados preliminares de los
comicios “que son una continuación del status quo y la ocupación”,
criticó hoy el secretario general de la Organización para la OLP (OLP),
Saeb Erekat.
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