NUEVA DELHI.- Bajo los últimos cinco años de mandato de Narendra Modi
la India se ha convertido en una de las economías que más rápido crecen
-por encima del 7 %-, pero detrás del telón sus dos grandes reformas
económicas han contribuido a la mayor tasa de desempleo en medio siglo.
Modi,
que se presenta a la reelección en los comicios generales que se
celebrarán en siete fases entre el 11 de abril y el 19 de mayo, retiró
por sorpresa de circulación los dos billetes de mayor denominación a
finales de 2016 para luchar contra el dinero negro y la corrupción,
sumiendo a la nación en una grave crisis de liquidez.
Sin embargo, la analista Jayshree Sengupta, del centro
investigador Observer Research Foundation (ORF), considera que la medida
fue "totalmente innecesaria", no cumplió con sus objetivos y provocó la
pérdida de puestos de trabajo.
"El 90 % de la mano de
obra es un sector informal y éste estuvo muy afectado por la
'desmonetización', hubo muchos trabajos que se perdieron y que no han
vuelto en gran medida", explicó.
El otro gran
anuncio de la legislatura fue la aprobación en 2017 del Impuesto de
Bienes y Servicios (GST), una tasa indirecta común para todas la
regiones indias.
Considerada la mayor reforma fiscal
en la historia del país, Sengupta ve el GST como algo positivo, pero
advierte de que también impactó negativamente en la creación de empleo
debido a la complejidad de su implementación.
En cinco
años el Ejecutivo no ha publicado ninguna tasa oficial de desempleo,
pero un informe de la gubernamental Oficina Nacional de Muestra de
Encuestas (NSSO) filtrado recientemente al diario Business Standard la
sitúa en el 6,1 % para el año fiscal 2017-2018, la más alta en 45 años.
En
el ecuador de la anterior legislatura, la tasa de desempleo estimada
por la NSSO era del 2,2 % y la subida al 6,1 % sería incluso más
dramática que la alcanzada en 1972-1973 en medio de la resaca por la
guerra que independizó a Bangladesh de Pakistán en 1971, según el
informe.
Aunque más baja que la de muchos otros
países, la cifra es desmesurada en un país acostumbrado al 3 % y
refleja, además, la realidad de un país muy diverso.
"La
India es un país muy grande y esto es solo una media, si miras el
despiece de algunos de los estados indios verás tasas de desempleo de
dos dígitos como en Jammu y Cachemira (norte). En la India algunos
estados no tienen desempleo y otros lo tienen muy alto", explicó
el periodista Goutam Das.
A ello se suma, como defiende en su reciente obra "Jobonomics", que la actual crisis es más de subempleo que de desempleo.
Das
mantiene que el Gobierno no supo anticiparse a la "ola de automoción"
que afecta al mundo, en referencia al arrase de la denominada 'industria
4.0' con su alta tecnología y robotización, y la consecuente pérdida de
empleo.
Coincide con la analista de la ORF en que la retirada de billetes y el GST ayudaron también a la pérdida de puestos de trabajo.
Otra
medida "bienintencionada" que a su juicio contribuyó a la crisis fue la
entrada en vigor en 2016 del Código de Insolvencia y Bancarrota, una
ley que unifica el proceso para dichos casos, y que derivó en quiebras y
los correspondientes despidos.
Finalmente, el autor
destaca el impacto de la falta de anuncios de inversión y proyectos
completados de los últimos tres o cuatro años.
Como
punto positivo, el clima empresarial para las pymes ha mejorado al pasar
la India del puesto 100 al 77 en el último ránking "Haciendo Negocios
2019" del Banco Mundial (BM), gracias a varias reformas implementadas en
2017-2018.
Según indicó el equipo "Haciendo
Negocios 2019", fueron clave las mejoras en la facilidad para emprender
un negocio, con un proceso de registro "más rápido" gracias al GST o la
integración de varios formularios de solicitud en uno general.
No
obstante, reconoció que necesitan mejorar en el registro de propiedad,
la ejecución de contratos o la resolución de la insolvencia.
Hasta
la aplaudida bajada del índice de precios al consumo (IPC), que antes
de Modi llegó a alcanzar el 9,4 % frente al 2,57 % del pasado febrero,
se produjo a costa del sufrimiento de los granjeros, que en los últimos
meses han protagonizado un sinfín de protestas contra el Gobierno.
La
caída es, a juicio de Sengupta, un reflejo de que la agricultura está
creciendo "muy despacio" y de que no hay un precio "adecuado" para los
productos agrícolas, pues es la inflación alimentaria la que está
haciendo bajar el IPC.
Antes de la llegada de Modi,
durante el mandato de Manmohan Singh, al frente de la coalición liderada
por el ahora opositor Partido del Congreso, la economía creció de forma
muy dispar, al superar algunos años el 8 %, otros bajando hasta poco
más de un 5 % y dejando una media del 6,67 %.
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