LISBOA.- El
Gobierno portugués declaró hoy la situación de alerta por crisis
energética debido a la huelga de transportistas, medida que permite
movilizar a militares y fuerzas de seguridad para garantizar el
abastecimiento de combustible.
La
medida fue anunciada por el ministro adjunto y de Economía de Portugal,
Pedro Siza Vieira, durante una declaración a la prensa en el
Parlamento, donde explicó que la alerta permite movilizar a todos los
agentes de protección civil para restablecer el abastecimiento de
combustible en las infraestructuras esenciales y las gasolineras.
La
declaración de alerta también obliga a los conductores de vehículos
pesados a ayudar con el transporte de combustibles si fuese solicitado
por las autoridades y da prioridad a las fuerzas de emergencia y
seguridad a la hora de repostar.
Antes
de estas medidas excepcionales, el Gobierno portugués ya había aprobado
en consejo de ministros la llamada "requisición civil", un instrumento
legal que permite blindar unas operaciones mínimas para garantizar el
funcionamiento de los servicios esenciales.
Este
instrumento, que el Ejecutivo del socialista António Costa sólo había
utilizado una vez en casi tres años de medio de legislatura (con el paro
de enfermeros), fue accionado porque no se están cumpliendo los
servicios mínimos decretados antes de la huelga.
La
huelga de los transportistas de mercancías peligrosas está causando
estragos especialmente en los aeropuertos, entre ellos el de Lisboa, que
dejó de recibir combustible el pasado mediodía.
La
gestora aeroportuaria ANA admitió que la situación podría afectar a las
operaciones aéreas y, según medios locales, varios aviones han tenido
que realizar paradas en aeropuertos españoles para repostar.
Al
final de la tarde, un grupo de camiones cisterna con combustible
escoltado por las autoridades salió en dirección al aeropuerto desde las
instalaciones de la Companhia Logística de Combustíveis (CLC) en
Aveiras de Cima, a unos 50 kilómetros.
La
huelga de los transportistas de mercancías peligrosas, que se produce
en vísperas de las vacaciones de Semana Santa, también afecta al
aeropuerto de Faro (sur del país), que desde esta mañana está utilizando
sus reservas de emergencia.
Además,
miles de vehículos hacen fila en las gasolineras que todavía tienen
combustible para repostar, lo que ha colapsado el tráfico en algunas
zonas.
La
huelga, que arrancó el lunes y se prolongará por tiempo indeterminado,
está convocada por el Sindicato Nacional de Transportistas de Mercancías
Peligrosas, que exige que se cree una categoría profesional específica
para estos trabajadores.
El
Gobierno convocó esta noche una reunión con el sindicato y con la
Asociación Nacional de Transportes Públicos por Carretera para intentar
resolver el conflicto.
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