martes, 30 de abril de 2019

La economía mexicana se contrae en el primer trimestre bajo López Obrador

MÉXICO.- La apuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador por sacar del marasmo a la economía de México y reactivar a la petrolera estatal Pemex recibió un golpe este martes, cuando cifras oficiales mostraron que el PIB cayó y la empresa registró pérdidas en el primer trimestre.

El Producto Interno Bruto (PIB) retrocedió 0,2% entre enero y marzo, según cifras preliminares del instituto de estadística, INEGI, mientras Petróleos Mexicanos anotó una pérdida de 1.876 millones de dólares en el mismo lapso, señalan datos reportados a la bolsa de valores.
Ambos resultados, los primeros plenamente atribuibles a su gobierno que arrancó en diciembre, anticipan un camino cuesta arriba para cumplir sus promesas de crecer 4% anual y que la endeudada Pemex sea rentable e incremente su menguante producción.
López Obrador, veterano izquierdista que ganó abrumadoramente las elecciones de julio de 2018, ha prometido una "transformación radical" del país, cimentada en el combate a la corrupción, y una renovada prosperidad tras décadas de crecimiento mediocre, alrededor del 2% anual.
Pero sus políticas han inquietado al empresariado y aunque sigue siendo muy popular, el desempeño de la segunda economía latinoamericana podría ser su talón de Aquiles.
"El resultado del primer trimestre fue peor de lo que nosotros y el consenso de analistas esperaban", subraya un reporte la firma británica Capital Economics.
El dato viene tras un avance de solo 0,2% en el cuarto trimestre de 2018.
El resultado obedece principalmente a una caída de 0,6% en la actividad industrial, que representa 30% de la economía, y a un retroceso de 0,2% en el sector servicios, que agrupa al 60% de la actividad económica.
Las actividades primarias, que incluyen agricultura y ganadería, crecieron 2,6%.
"La mayor decepción fue la contracción del sector servicios. Este sector había sido el punto brillante de la economía en los últimos 12 a 18 meses", agrega el reporte.
El arranque del 2019 estuvo marcado por el desabastecimiento de gasolina, producto de una estrategia del gobierno para combatir el robo de combustible, y por los bloqueos de manifestantes a vías ferroviarias del país.
El mandatario, conocido por sus iniciales como AMLO, ya había alarmado a los inversionistas con su decisión -antes de asumir el 1 de diciembre- de cancelar la construcción de un aeropuerto valuado en 13.000 millones de dólares, y abonó a su inquietud al declarar "el fin de la política neoliberal", en un evento público el mes pasado.
Hechos y señales han llevado a expertos a estimar que la economía no solo mostrará debilidad en el primer trimestre sino todo el año.
Los analistas que consulta mensualmente el Banco de México (central) recortaron sus pronósticos de crecimiento para 2019 hasta 1,5% desde el 1,8% estimado en enero.
El propio Banco de México y la secretaría de Hacienda recortaron sus previsiones de crecimiento a un rango de entre 1,1% y 2,1%. Pero en abril López Obrador se mostró confiado de que en 2019 la economía crecerá 2% y 3% en 2020.
INEGI divulgará la cifra definitiva de crecimiento del PIB del primer trimestre el 24 de mayo.
Pemex, en tanto, reportó una pérdida de 35.700 millones de pesos en el primer trimestre, frente a la ganancia de 113.300 millones de pesos del mismo lapso de 2018 (unos 5.961 millones de dólares).
La pérdida obedece principalmente mayores a costos financieros derivados de la depreciación del peso frente al dólar, explicó la empresa. Sus ventas retrocedieron 10,4% en el periodo a 356.251 millones de pesos (unos 18.735 millones de dólares).
Pemex reportó también un descenso en sus exportaciones, mientras que su producción de crudo promedió 1,6 millones de barriles diarios, casi 12% menos que en el mismo lapso de 2018.
La petrolera requiere incrementar sus inversiones para revertir el declive de su producción, pero carga con una pesada deuda de 106.500 millones de dólares, que la tiene en la mira de calificadoras crediticias.
En enero, Fitch rebajó dos peldaños su calificación mientras que S&P degradó a negativa su perspectiva.
El gobierno se ha propuesto rescatar a la compañía pero rechaza la reforma energética con que el anterior gobierno la abrió en 2013 a la inversión privada tras más de 70 años de monopolio estatal.
A mediados de febrero, dijo que inyectaría a Pemex unos 5.500 millones de dólares para aliviar sus finanzas y fortalecer su capacidad de inversión, mientras que en abril anunció una ayuda adicional por unos 5.200 millones dólares provenientes un fondo público de estabilización.

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