WASHINGTON.- El presidente
estadounidense, Donald Trump, elevó el tono el martes amenazando a la
Unión Europea (UE) con imponerle aranceles millonarios si no cesa sus
subsidios al fabricante de aviones Airbus, a riesgo de fracturar una
frágil tregua comercial.
"La Organización Mundial de Comercio dice
que los subsidios de la Unión Europea a Airbus han impactado
negativamente en Estados Unidos, ¡que ahora colocará aranceles a 11.000
millones de dólares de productos de la UE!", expresó el mandatario en su
cuenta de la red Twitter.
"La UE se ha aprovechado de Estados Unidos en el comercio durante muchos años. ¡Pronto eso se detendrá!", agregó.
La
formulación usada por Trump deja ver que la decisión de imponer
aranceles ya fue tomada, cuando la víspera el representante de Comercio
estadounidense (USTR) había publicado una lista de productos europeos
que podrían ser potencialmente afectados si la UE no renunciaba a
algunas de sus subvenciones al fabricante de aviones Airbus.
Robert
Lighthizer, cabeza de la USTR, dijo el lunes que las subvenciones
europeas a Airbus "penalizan" a Estados Unidos en unos 11.000 millones
de dólares por año, y se manifestó listo para imponer medidas de
represalia a partir del verano boreal.
"La Organización Mundial
del Comercio (OMC) concluyó varias veces que las ayudas de la Unión
Europea causaron perjuicio a Estados Unidos", escribió Lighthizer. "Este
caso ha estado en litigio por 14 años y ha llegado el momento de tomar
acciones", dijo.
Lighthizer publicó una lista preliminar, que
consta de 14 páginas, de los productos europeos que podrían ser
sometidos a tasas aduaneras suplementarias, principalmente en el sector
aeronáutico, incluidos los Airbus.
Pero también incluye alimentos como salmón, quesos, frutas, aceite de oliva y vinos, así como ropa.
La
posición estadounidense es apoyada por Boeing, golpeada por los
problemas de su avión estrella, el 737 MAX, vetado de volar
indefinidamente luego de dos accidentes mortales.
La UE respondió el martes asegurando que las cifras reclamadas por Estados Unidos eran "muy exageradas".
"La
cifra citada por el USTR se basa en estimaciones internas de Estados
Unidos", señaló un funcionario de la Comisión Europea, precisando que
"el monto de las represalias autorizadas por la OMC sólo pueden ser
determinadas por el árbitro designado por la OMC".
No obstante, la fuente aseguró que los europeos están abiertos a "negociaciones".
Los
estadounidenses también. "Nuestra meta es alcanzar un acuerdo con la UE
para acabar con todos los subsidios inconsistentes con la OMC a
aeronaves civiles. Cuando la UE acabe con estos dañinos subsidios, las
alzas arancelarias pueden ser levantadas", explicó Lighthizer.
"La
única solución razonable es un acuerdo negociado", dijo por su parte
Airbus, que aseguró que las amenazas de Estados Unidos son "totalmente
injustificadas".
Washington y Bruselas se han acusado entre ellos
de subsidiar de forma injusta a Boeing y Airbus, respectivamente. Esta
disputa comercial, que comprende miles de millones de dólares, es la más
larga y complicada con la que lidia la OMC, que busca crear un campo de
juego nivelado para el comercio global.
Tanto Airbus como Boeing han obtenido victorias en el camino.
En
marzo pasado, en el caso relativo a las ayudas a Boeing, la OMC
confirmó que Estados Unidos no había cumplido totalmente su decisión de
2012 y los instó a poner fin a todas las subvenciones ilegales al
gigante aeroespacial.
La UE también fue amonestada por la OMC
durante el conflicto entre Boeing y Airbus, y Estados Unidos pidió al
ente determinar el monto por el que podía imponer sanciones contra la
Unión Europea por no remover los subsidios.
EL USTR dijo el lunes
que una vez que ese informe sea emitido, anunciará una lista completa de
productos afectados, lo que ocurriría tras meses de tensiones
comerciales entre Estados Unidos y la Unión Europea.
Donald Trump
ha hecho de los aranceles punitivos una especie de marca, al imponer
muchos y amenazar frecuentemente con ellos como técnica de negociación, y
la UE no ha sido la excepción.
Recientemente amenazó con gravar
fuertemente la industria automotriz europea, a pesar de la tregua
comercial con la UE anunciada en julio pasado.
Hablando bajo
petición de anonimato, un funcionario francés dijo este martes
que, aunque en un principio la parte estadounidense había atacado, ambas
partes habían bajado el tono.
"Estamos llegando al final del camino en esta disputa. En realidad, ambas partes están en falta", indicó el funcionario.
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