WASHINGTON.- El presidente estadounidense, Donald
Trump, aseguró que su equipo está "muy cerca" de alcanzar un
acuerdo comercial con China, y que espera saber en un mes si puede
programar una cumbre con su homólogo chino, Xi Jinping, en Estados
Unidos para ultimar los detalles del pacto.
"Hay muy,
muy buenas posibilidades de que logremos un acuerdo, y sería bueno para
ambos países", afirmó Trump durante una reunión en la Casa Blanca con
el viceprimer ministro de China, Liu He.
Varios medios estadounidenses habían apuntado que Trump
planeaba anunciar durante el encuentro una fecha para su cumbre con Xi,
pero el mandatario indicó que sólo lo hará si su equipo negociador
cierra un pacto.
"Si llegamos a un acuerdo, tendremos cumbre", explicó Trump.
Añadió que espera saber "en las próximas cuatro semanas" si es posible
programar esa cumbre, pero cree que "hay buenas posibilidades" de que
eso ocurra, y que la cita sería "aquí", sin precisar si se refería a la
Casa Blanca, a su club privado de Mar-a-Lago (Florida) o a otro lugar en
Estados Unidos.
Si se concreta, Trump pronosticó que
el acuerdo con China será "épico" y "monumental", y que "hará felices"
tanto a los agricultores estadounidenses como a quienes trabajan en la
industria tecnológica.
EE.UU. y China llevan
negociando desde diciembre para tratar de contener la guerra comercial
en la que se implicaron el año pasado como consecuencia de la agenda
proteccionista de Trump, quien ha criticado duramente las políticas
comerciales del gigante asiático.
Trump advirtió a
finales del año pasado de que, si no alcanzaba un acuerdo con China
antes del 1 de marzo, elevaría del 10 % actual al 25 % los aranceles que
aplica a las importaciones chinas por valor de 200.000 millones de
dólares.
Ese plazo se extendió finalmente más allá de
esa fecha límite, y las conversaciones han cobrado ritmo, con una
visita a Pekín la semana pasada de una delegación estadounidense,
seguida por este viaje a Washington de Liu y su equipo.
Desde diciembre, Pekín ha adoptado medidas de buena voluntad, como la
bajada de aranceles a los vehículos importados de EE.UU., la reanudación
de la compra de soja o la presentación de un proyecto de ley para
prohibir la transferencia forzada de tecnología.
Pero, como condición para no recrudecer sus aranceles a China, que
afectan desde textiles y alimentos hasta a combustibles, Washington
quiere también que Pekín se comprometa a cambios estructurales en su
economía para, entre otras cosas, proteger la propiedad intelectual de
las empresas estadounidenses.
Además, Trump ha
avisado de que, incluso si llega a un acuerdo con Pekín, mantendrá
algunos aranceles sobre los productos chinos "por un periodo sustancial"
hasta estar seguro de que China cumplirá con lo negociado.
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