FRÁNCFORT.- El Banco Central Europeo (BCE)
debatirá mañana, previsiblemente, detalles de las nuevas operaciones de
inyección de liquidez a largo plazo, a dos años, aunque igual no toma
una decisión todavía.
Analistas y mercados descartan
que el Consejo de Gobierno del BCE vaya a tomar decisiones de política
monetaria mañana porque en marzo ya decidió posponer la subida de los
tipos de interés hasta 2020 e inyectar más liquidez.
El BCE comenzará las nuevas inyecciones de liquidez a
dos años en septiembre y las condiciones podrían ser algo menos
favorables que en las anteriores.
Se prevé que en la
reunión de junio dé los detalles de estas nuevas operaciones con las que
quiere que las condiciones de financiación en el mercado no empeoren.
A finales de marzo el presidente del BCE, Mario Draghi, dijo en una
conferencia que estudian aplicar medidas para mitigar los efectos
secundarios de los tipos de interés negativos en la rentabilidad de los
bancos.
Otros miembros del BCE corroboraron la
posibilidad de aplicar esa medida, que ayudaría sobre todo a los bancos
del centro de la zona del euro, de Alemania, Holanda y Austria, que son
los que tienen más depósitos porque los ahorros de la población son más
elevados.
Con esta medida, el BCE podría reducir más
la tasa de interés de depósito, en caso necesario, y compensaría su
efecto en los beneficios de los bancos.
Los bancos de
Alemania, Francia, Holanda y Luxemburgo acumulan casi todo el exceso de
reservas de 1,237 billones de euros, a los que el BCE penaliza con una
tasa de interés del 0,4 %, según cifras del economista jefe de
Commerzbank, Jörg Krämer.
El BCE podría aplicar exenciones a determinadas cantidades de las reservas.
Krämer prevé que el BCE tomará una decisión sobre la tasa de interés a los depósitos en otoño.
Los bancos alemanes han pedido al BCE esta semana que les exima de los
intereses negativos sobre los depósitos bancarios que pagan desde junio
de 2014, como ocurre en otros países como Suiza y Japón.
Algunos medios han dicho que el gobernador del Banque de France,
Villeroy de Galhau, es el impulsor de esta medida para mitigar el
impacto de los tipos de interés negativos a los depósitos en los
beneficios de los bancos.
El bono alemán a diez años,
que es el de referencia, pasó al terreno negativo el 22 de marzo y tocó
un mínimo del -0,81 % el 27 de marzo porque "cada vez está más claro
que el BCE dejará los tipos de interés en el nivel actual durante varios
años", considera Krämer.
El pasado miércoles volvió a tener una rentabilidad positiva en el mercado secundario, después de ocho sesiones en negativo.
La inflación subyacente, que descuenta la energía, alimentos, alcohol y
tabaco, no repunta y bajó al 0,8 % en marzo, un argumento más para que
el BCE mantenga una política monetaria muy expansiva.
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