JARTUM.- Los líderes de la
protesta y el ejército de Sudán acordaron el sábado establecer una
autoridad de transición conjunta entre civiles y militares, abriendo una
nueva etapa en el cambio de régimen político del país, dos semanas
después de la destitución del presidente Omar al Bashir.
Este
compromiso se alcanzó durante la primera reunión de un comité conjunto
que había sido creado el miércoles y que agrupa a representantes de la
contestación y del Consejo Militar de Transición en el poder.
"Hemos acordado un consejo conjunto entre civiles y
militares", dijo Ahmed al Rabia, representante de los
manifestantes que participó en las conversaciones.
"Ahora estamos
en consultas para determinar qué porcentaje del consejo debería estar
representado por civiles y cuál por los militares", agregó.
Desde
el 6 de abril, los manifestantes están acampados delante del cuartel
general del ejército en Jartum, en un movimiento de protesta iniciado el
19 de diciembre para denunciar la decisión de triplicar el precio del
pan, y que acabó derivando en una protesta contra el presidente Omar al
Bashir.
Después de que el ejército destituyera a Al Bashir, el 11
de abril, los manifestantes decidieron mantener su sentada para lograr
el traspaso del poder a una autoridad civil. Reclaman además que el
presidente destituido y los principales responsables de su régimen sean
juzgados.
El Consejo Militar
de Transición, dirigido por el general Abdel Fatah al Burhan, se
resistió hasta ahora a los llamados a ceder el poder, incluidos los de
la comunidad internacional. No obstante, tres de los diez miembros del
Consejo dimitieron el miércoles.
El jefe del principal
partido de oposición, Sadek al Mahdi, instó este sábado a su país a
incorporarse "inmediatamente" a la Corte Penal Internacional (CPI). En
declaraciones a la prensa en Jartum, también declaró que la destitución y
el arresto del jefe de Estado por el ejército, ante la presión de la
calle, no era "un golpe de Estado",
La CPI lanzó órdenes de
arresto contra el expresidente sudanés para que responda a acusaciones
de genocidio, crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad durante el
conflicto en Darfur, región occidental de Sudán.
Al Bashir, de 75 años, siempre ha rechazado estas acusaciones.
El
Consejo Militar se niega a extraditar al expresidente, quien se
encuentra encarcelado en Jartum, y deja esta decisión al gobierno civil
que se comprometió a instaurar en una fecha aún sin definir.
Al
Mahdi, jefe del partido Al Umma, fue expulsado del poder en 1989 por el
golpe de Estado de Al Bashir, siendo así el último primer ministro
democráticamente elegido hasta la fecha en este país pobre de África.
El inicio de las manifestaciones el 19 de diciembre coincidió con el regreso del exilio de Al Mahdi
Para
el jefe de la oposición, "lo que ha ocurrido en Sudán no es un golpe de
Estado" sino una situación en la que las fuerzas armadas "se pusieron
de parte de las reivindicaciones populares".
"Es posible ponerse de
acuerdo sobre [la puesta en marcha] de una autoridad civil con el
Consejo Militar, pues este último no planificó ningún golpe de Estado",
dijo Mahdi. Pero subrayó que su partido no se uniría al gobierno civil
de transición.
"El régimen derrocado aún podría intentar dar un golpe de Estado", advirtió.
Los manifestantes interrogados el sábado
seguían determinados. "No nos iremos hasta que no obtengamos un poder
civil y leyes garantizando la libertad de expresión", dijo uno de ellos,
Rawan al Fateh.
El país, de unos 40 millones de habitantes y
cuyas reservas de petróleo se redujeron en tres cuartas partes desde la
independencia de Sudán del Sur en 2011, se enfrenta especialmente a una
grave escasez de divisas extranjeras.
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