LONDRES/PRAGA.- El Partido Conservador de Reino Unido no puede permitir que lo definan
únicamente por el Brexit, dijo el domingo el segundo al mando de facto
de la primera ministra Theresa May, en momentos en que las encuestas
muestran que su respaldo ha sido golpeado por el fracaso para salir de
la Unión Europea según los planes.
La autoridad de May ha sido destruida luego de que fracasó en tres
ocasiones en sus intentos por lograr que el Parlamento apruebe un
acuerdo de salida y la promesa de abandonar la UE una vez en cuanto eso
ocurra, lo que genera especulaciones sobre su sucesor y una posible
elección nacional.
La preciada estabilidad de la política
británica ha desaparecido y el Brexit ha amenazando con provocar
divisiones tanto al interior de los conservadores como de los
laboristas, sus principales opositores, lo que ha dejado a la quinta
economía más grande del mundo enfrentando un futuro incierto.
Sin
un consenso en el Parlamento, un reflejo de las profundas divisiones en
la población, todos los resultados siguen siendo posibles en las
próximas semanas y meses: dejar a la UE con un acuerdo, una salida
desordenada sin un acuerdo, u otra votación sobre si se abandona el
bloque o no.
“No
debemos definirnos como el partido Brexit”, dijo David Lidington,
ministro de gabinete y efectivamente el segundo al mando de May.
“Tenemos
que cumplir el resultado del referéndum (...) pero, el Partido
Conservador tiene que seguir siendo una iglesia amplia, un partido
nacional, y tiene que estar hablando de cosas que son importantes para
las personas en su vida cotidiana: vivienda, servicio de salud, nivel de
vida”, agregó.
May, de 62 años, asumió el poder tras la
sorpresiva votación del 2016 a favor de que Gran Bretaña abandone la UE y
ha visto a su gobierno paralizado por las divisiones sobre Brexit e
incapaz de aprobar una ambiciosa agenda de reformas para hacer frente a
las injusticias sociales.
Una encuesta de Opinium publicada en el
periódico The Observer mostró a los conservadores tienen un respaldo del 29
por ciento, 6 puntos menos que los que tenían el 28 de marzo y 7 puntos
menos que los laboristas.
Un
análisis de las encuestas desde la fecha original prevista para la
salida del 29 de marzo, publicado en el Sunday Telegraph, mostró que los
conservadores perderían 59 escaños parlamentarios si se celebran
elecciones.
“Gran parte de esta caída refleja la decepción entre
los votantes a favor de abandonar la UE -cerca de la mitad de los cuales
preferiría ‘no llegar a un acuerdo’- ante la falla del gobierno de
cumplir las promesas del Brexit”, escribió el experto en encuestas John
Curtice en el Sunday Telegraph.
El análisis mostró que el Partido
Laborista de Jeremy Corbyn obtendría la mayoría de los escaños, pero
aún no alcanzaría la mayoría absoluta en el parlamento de 650 escaños
debido a que los nacionalistas escoceses y el pequeño partido Liberal
Demócrata también ganarían puestos.
Reino Unido es el quinto mercado extranjero para la República Checa, país de la Unión Europea (UE) de 10,6 millones de habitantes y cuya economía depende en gran medida de las exportaciones, especialmente las de coches.
La UE ofreció a Reino Unido una prórroga, hasta el 31 de octubre, para organizar su salida del bloque comunitario, pero eso no elimina la posibilidad de un Brexit sin acuerdo, lo que implicaría un alza de los aranceles para productos como los vehículos.
Skoda Auto, controlado por Volkswagen desde 1991, coloca cada año en el mercado británico unos 80.000 vehículos, alrededor del 10% de su producción anual.
A pesar de las sombrías perspectivas, la marca checa aumentó sus ventas en suelo británico un 3,6% en el primer trimestre del año respecto al periodo enero-marzo de 2018, con 22.200 unidades, indica el portavoz de Skoda, Zdenek Stepanek.
El fabricante dice estar "preocupado y preparado para enfrentar todos los escenarios" y espera una "solución aceptable para todas las partes", sin dar más detalles.
El vicepresidente de la Unión de Industria y Transportes, Radek Spicar, va más allá, advirtiendo sobre un "duro golpe".
"Sin acuerdo, las importaciones de vehículos estarían gravadas en torno al 10%. Eso perjudicaría", dice. "Empresas como Skoda no se hundirían, pero perderían una parte importante del mercado".
"Además, Reino Unido representa un mercado muy simbólico para Skoda. Esta marca se respeta mucho actualmente, tras haber recorrido un largo camino desde la época en que era objeto de bromas", subraya.
"¿Sabe cómo duplicar el valor de su Skoda? Basta con llenar el tanque de gasolina"; "¿Por qué la ventana trasera del Skoda se calienta? Para que las manos no tiemblen de frío cuando se empuja en invierno"; "¿Dónde circula más deprisa un Skoda? En la línea de montaje".
Estos chistes son de la época en que Checoslovaquia era uno de los satélites de la Unión Soviética.
En el año 2000, Skoda Fabia fue nombrado coche del año por la revista "What Car?" y el Skoda Yeti se consideró "mejor coche" en una encuesta realizada en 2013 por la revista "Auto Express" entre 46.000 conductores británicos.
"Un Brexit duro reduciría las exportaciones a Reino Unido en 20%, y el crecimiento del PIB checo en 1,1 puntos. Privaría de empleo a 40.000 personas", advierten los autores de un análisis publicado por el banco Ceska Sporitelna.
Las exportaciones checas hacia Reino Unido suponen alrededor de 8.200 millones de euros al año, y los vehículos y piezas representan casi la mitad.
Como la industria automovilística representa casi una quinta parte de la producción industrial checa, es "la más amenazada por el Brexit", indica David Marek, economista jefe de Deloitte Czech Republic.
En 2018, Skoda Auto, el surcoreano Hyundai y la empresa conjunta TPCA (Toyota Peugeot Citroën Automobile) produjeron más de 1,43 millones de automóviles en República Checa, un nuevo récord. Más del 60% son Skoda.
La economía checa, que registra un crecimiento constante desde 2013, avanzó 2,9% en 2018, tras un alza de 4,5% el año anterior.
El Brexit también perjudicará a los fabricantes checos de componentes para centrales nucleares, equipos electrónicos, dulces y material fotográfico.
"En Reino Unido generamos un volumen de negocios anual de alrededor de diez millones de euros, lo que representa un 4% del conjunto de nuestros ingresos", constata Tomas Kolar, director general del fabricante de camas de hospital y colchones Linet.
"Un Brexit duro sería desagradable, pero no crítico", considera.
Si Reino Unido se va de la UE, Linet se verá obligado probablemente a pedir un nuevo certificado para permanecer en el mercado británico.
En caso de Brexit duro, Kolar estima que sus colchones especiales tendrán un impuesto de 6,5%. "Sería duro. Espero que prevalezca el sentido común", concluye.
El Brexit amenaza la estima por los vehículos Skoda
Blanco de burlas en el pasado, los Skoda checos seducen actualmente a los automovilistas británicos. Pero el Brexit podría suponer un duro golpe, no solo para las ventas de este vehículo en Reino Unido, sino para la economía checa en general.Reino Unido es el quinto mercado extranjero para la República Checa, país de la Unión Europea (UE) de 10,6 millones de habitantes y cuya economía depende en gran medida de las exportaciones, especialmente las de coches.
La UE ofreció a Reino Unido una prórroga, hasta el 31 de octubre, para organizar su salida del bloque comunitario, pero eso no elimina la posibilidad de un Brexit sin acuerdo, lo que implicaría un alza de los aranceles para productos como los vehículos.
Skoda Auto, controlado por Volkswagen desde 1991, coloca cada año en el mercado británico unos 80.000 vehículos, alrededor del 10% de su producción anual.
A pesar de las sombrías perspectivas, la marca checa aumentó sus ventas en suelo británico un 3,6% en el primer trimestre del año respecto al periodo enero-marzo de 2018, con 22.200 unidades, indica el portavoz de Skoda, Zdenek Stepanek.
El fabricante dice estar "preocupado y preparado para enfrentar todos los escenarios" y espera una "solución aceptable para todas las partes", sin dar más detalles.
El vicepresidente de la Unión de Industria y Transportes, Radek Spicar, va más allá, advirtiendo sobre un "duro golpe".
"Sin acuerdo, las importaciones de vehículos estarían gravadas en torno al 10%. Eso perjudicaría", dice. "Empresas como Skoda no se hundirían, pero perderían una parte importante del mercado".
"Además, Reino Unido representa un mercado muy simbólico para Skoda. Esta marca se respeta mucho actualmente, tras haber recorrido un largo camino desde la época en que era objeto de bromas", subraya.
"¿Sabe cómo duplicar el valor de su Skoda? Basta con llenar el tanque de gasolina"; "¿Por qué la ventana trasera del Skoda se calienta? Para que las manos no tiemblen de frío cuando se empuja en invierno"; "¿Dónde circula más deprisa un Skoda? En la línea de montaje".
Estos chistes son de la época en que Checoslovaquia era uno de los satélites de la Unión Soviética.
En el año 2000, Skoda Fabia fue nombrado coche del año por la revista "What Car?" y el Skoda Yeti se consideró "mejor coche" en una encuesta realizada en 2013 por la revista "Auto Express" entre 46.000 conductores británicos.
"Un Brexit duro reduciría las exportaciones a Reino Unido en 20%, y el crecimiento del PIB checo en 1,1 puntos. Privaría de empleo a 40.000 personas", advierten los autores de un análisis publicado por el banco Ceska Sporitelna.
Las exportaciones checas hacia Reino Unido suponen alrededor de 8.200 millones de euros al año, y los vehículos y piezas representan casi la mitad.
Como la industria automovilística representa casi una quinta parte de la producción industrial checa, es "la más amenazada por el Brexit", indica David Marek, economista jefe de Deloitte Czech Republic.
En 2018, Skoda Auto, el surcoreano Hyundai y la empresa conjunta TPCA (Toyota Peugeot Citroën Automobile) produjeron más de 1,43 millones de automóviles en República Checa, un nuevo récord. Más del 60% son Skoda.
La economía checa, que registra un crecimiento constante desde 2013, avanzó 2,9% en 2018, tras un alza de 4,5% el año anterior.
El Brexit también perjudicará a los fabricantes checos de componentes para centrales nucleares, equipos electrónicos, dulces y material fotográfico.
"En Reino Unido generamos un volumen de negocios anual de alrededor de diez millones de euros, lo que representa un 4% del conjunto de nuestros ingresos", constata Tomas Kolar, director general del fabricante de camas de hospital y colchones Linet.
"Un Brexit duro sería desagradable, pero no crítico", considera.
Si Reino Unido se va de la UE, Linet se verá obligado probablemente a pedir un nuevo certificado para permanecer en el mercado británico.
En caso de Brexit duro, Kolar estima que sus colchones especiales tendrán un impuesto de 6,5%. "Sería duro. Espero que prevalezca el sentido común", concluye.
No hay comentarios:
Publicar un comentario