LONDRES.- El líder de la oposición, Jeremy
Corbyn, y el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, han
declinado la invitación al banquete que se celebrará en el Palacio de
Buckingham en honor al presidente de EEUU, Donald Trump, con motivo de
su visita de Estado al Reino Unido el próximo junio.
El laborista argumentó en un comunicado que está mal "poner la alfombra
roja" al presidente estadounidense, al que acusó de utilizar "retórica
racista y misógina".
"La relación entre Estados Unidos y el Reino Unido no
necesita la pompa y ceremonia de una visita de Estado", agregó, aunque
matizó que aceptaría una reunión con Trump para abordar "temas de
interés".
Por su parte, un portavoz de Bercow, quien
ha sido crítico con la gestión del mandatario republicano, manifestó que
el presidente de la Cámara Baja ha sido invitado al banquete pero que
no asistirá.
También ha declinado la invitación a la
residencia oficial de la reina Isabel II el líder del Partido
Nacionalista Escocés (SNP) en Westminister, Ian Blackford, quien sin
embargo también tendió la mano a reunirse con el líder estadounidense.
La cena, a la que se espera acudan unos 150 invitados - líderes
políticos y otras figuras públicas con relación cultural, económica o
diplomática con EEUU -, tendrá lugar el 3 de junio, cuando Trump y su
esposa, Melania, comenzarán la visita que se alargará hasta el día 5.
Un portavoz de la primera ministra, Theresa May, indicó que la
"premier" quiere "dar la bienvenida al presidente para seguir
construyendo su especial relación bilateral".
Durante
su estancia, el matrimonio Trump serán invitados de la monarca
británica y asistirán a la ceremonia en Portsmouth (sur de Inglaterra)
que conmemorará los 75 años del desembarco de Normandía.
El mandatario americano se reunirá además con la primera ministra en su
residencia oficial de Downing Street y aún no está claro si acudirá al
Parlamento británico - tal y como hicieran sus predecesores Barack Obama
y Bill Clinton - por la oposición de varios diputados a la idea.
La "visita de trabajo" que Trump y su mujer hicieron el pasado mes de
julio al país provocó masivas manifestaciones, sobre todo en la capital
británica, donde los protestantes alzaron un enorme globo que
representaba al presidente como un bebé enfadado en pañales.
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