MADRID.- Tras
la última decisión del Consejo Europeo, Londres dispone de una prórroga
hasta el próximo 31 de octubre para aclarar cómo quiere seguir
vinculada a la Unión, según el periódico Abc.
1. ¿Llegarán a un acuerdo Gobierno y oposición?
Las
negociaciones parecen ahora la única llave posible que abra la
cerradura del Brexit. Sin embargo, las posturas aún están muy alejadas
tras más de una semana sentados en la misma mesa. Las posiciones y
líneas rojas de los dos bandos son muy opuestas y la cuerda podría
romperse en cualquier momento. Si finalmente superan las diferencias, no
se espera un acuerdo hasta dentro de unas semanas. El partido de Jeremy
Corbyn sostiene que la única posibilidad es mantener una relación
cercana con Bruselas con la creación de una unión aduanera común.
Además, sigue poniendo sobre la mesa la posibilidad de un segundo
referéndum. Dos propuestas que no ve con buenos ojos Theresa May y que
ocasionarían un incendio en su partido.
2. ¿Hay posibilidad de un segundo referéndum?
Más
altas que nunca, al ser una de las peticiones del partido laborista en
esas negociaciones con el Gobierno de May. La opción parecía descartada
hace unas semanas, pero ha vuelto a coger fuerza tras la masiva
manifestación en Londres y el viraje hacia esta opción en la formación
de Corbyn ante el bloqueo en Westminster. Lo que no está claro es qué se
preguntaría a la ciudadanía ahora. Los laboristas quieren que sean los
británicos quienes den el visto bueno a cualquier pacto con el
Ejecutivo, pero no descartan que una de las opciones a votar sea
permanecer en la UE.
3. ¿Será la relación con la UE más cercana?
Todo
indica que así será. En el punto de mira, la unión aduanera común entre
Londres y Bruselas que solicitan los laboristas y que May valora, pero
nombrándola de otra forma, porque el partido conservador y varios
miembros de su gabinete están en contra de un Brexit suave. Sin embargo,
sería la clave para desbloquear uno de los principales problemas del
Acuerdo de Retirada, el de la salvaguarda de la frontera irlandesa. Otra
opción es el llamado «Modelo Noruega plus 2.0», en el que el Reino
Unido siga en el mercado único (en la Asociación Europea de Libre
Comercio y el Espacio Económico Europeo). El único (y gran) problema:
supone mantener la libertad de movimientos entre ciudadanos
comunitarios, algo que el Ejecutivo ha descartado.
4. ¿Elecciones anticipadas antes del 31 de octubre?
Es
uno de los escenarios más posibles si las negociaciones entre
laboristas y Gobierno acaban rompiéndose. Ante el bloqueo político que
vive el Parlamento, podría ser la propia May la que decidiese disolver
la Cámara y dejar que el país decida qué líder se encarga de sacar
adelante el proceso. Si este no fuera el caso y Corbyn plantease una
moción de confianza contra la primera ministra, esta vez podría salir
adelante, ya que varios diputados conservadores han manifestado su
intención de votar en contra de May. Unos comicios, sin embargo, podrían
no desbloquear el Brexit y añadir aún más división al ya de por si
fragmentado Parlamento.
5. ¿Acabará dimitiendo Theresa May?
Una
opción posible es que May se quite de en medio y dimita, como prometió
hace un mes (si el Parlamento aprobaba su acuerdo). La «premer» dejaría
paso a un nuevo líder conservador que podría dar otro enfoque al
proceso. Se abriría entonces la terna de candidatos a la sucesión.
Varios, como el exministro de Exteriores Boris Johnson o el exministro
para el Brexit Dominic Raab, llevan semanas postulándose y preparando
una eventual campaña. Sin embargo, esto podría encallar aún más el
proceso, ya que si el elegido es un euroescéptico, como Johnson o Raab,
el sector «tory» más proeuropeo trataría de bloquear sus ideas de Brexit
duro.
6. ¿Se supone las luchas internas?
Parece
una quimera, porque tanto May como Corbyn poseen una oposición fuerte
entre sus filas. El Brexit ha dividido a los dos principales partidos
británicos y nada (ni nadie) parece que pueda volver a recomponerlos, al
menos por un tiempo. En el bando conservador muchos apuntan que si May
se hiciese a un lado no habría un candidato de consenso. Lo mismo pasa
en el laborismo, ya que Corbyn no tiene un oponente capaz de aunar
fuerzas en torno a una idea de Brexit común.
7. ¿Está descartada una salida abrupta?
Parece
que el Gobierno ha descartado ya definitivamente la idea de salir
abruptamente del club comunitario. De hecho, tras obtener esa nueva
extensión hasta el 31 de octubre, ha paralizado los preparativos para el
escenario apocalíptico del no acuerdo. Ha costado, dice la prensa, más
de 2.000 millones de libras, que han ido a la basura. Meses de
preparación hasta que el Ejecutivo ha asumido que el Parlamento nunca le
dejará salir de forma salvaje de la UE. De hecho, esta semana la Cámara
de los Comunes aprobó por ley que May se viese obligada a solicitar la
prórroga que, finalmente, Bruselas concedió.
8. ¿Participarán en las europeas de mayo?
Ahora
mismo todo hace indicar que así será. La propia Theresa May ya admitió,
antes de solicitar esta última extensión, que el Gobierno hará los
preparativos necesarios. Sin embargo, la primera ministra aún confía en
que antes del 23 de mayo pueda aprobar un acuerdo en el Parlamento con
el que consiga evitar tener que participar en esos comicios que nadie ve
con buenos ojos. Todos los partidos ya están eligiendo candidatos por
si, finalmente, el Reino Unido tiene que elegir a sus eurodiputados. May
ha tranquilizado a Bruselas y asegura que si el país tiene que seguir
siendo miembro durante unos meses, trabajará de «forma constructiva» con
sus aún compañeros de la UE.
9. ¿Qué pasará con la frontera irlandesa?
No
se ha modificado ni, según Bruselas, se modificará. Es el punto del
Acuerdo de Retirada por el cual el Gobierno británico no ha logrado
aprobarlo en el Parlamento. El partido norirlandés del DUP y el bando
euroescéptico «tory» vetaron el pacto de May porque, según ellos, con
esta clausula el Reino Unido quedaría «atrapado» en la UE tras su
salida. Sin embargo, si el Ejecutivo y los laboristas llegan a un
acuerdo que incluya esa unión aduanera común de la que se habla,
quedaría en desuso este mecanismo, ya que no se necesitarían pasos
fronterizos ni controles aduaneros entre la UE y el Reino Unido.
10. ¿Habrá finalmente Brexit?
La
pregunta del millón. Parece muy complicado revocar un proceso que lleva
tratando de desbloquearse casi tres años. En el Parlamento británico se
optaría, antes que cancelar el Brexit, por dejar que la ciudadanía
decida si ha cambiado algo y si se da marcha atrás ante la imposibilidad
de acuerdo. El Gobierno británico puede revocar de forma unilateral, en
cualquier momento, el artículo 50 del Tratado de Lisboa, el que
establece la salida de Reino Unido de la UE. En Bruselas es la opción
preferida, pero en Londres esta opción parece la más lejana en estos
momentos.
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