WASHINGTON.- El
Banco Mundial evalúa un plan para atender la pobreza en Venezuela en el
marco de un programa amplio de recuperación económica del país "cuando
las circunstancias se den", dijo Carlos Végh, economista jefe del BM
para América Latina y el Caribe.
A
continuación, un resumen de la conversación que Végh
tras la difusión esta semana del último informe semestral del BM para
la región, que señala una "implosión" económica en la otrora potencia
petrolera:
Pregunta:
El informe estima una contracción del PIB en Venezuela de 25% para este
año, con una caída acumulada de 60% desde 2013. ¿Qué prevé hacer el BM?
Respuesta:
El Banco cerró sus oficinas en Caracas en 2009, pero sigue de cerca la
situación venezolana, explorando alternativas y formulando posibles
planes. Un plan de recuperación para Venezuela tendría tres pilares: (1)
combatir la inflación y estabilizar la macroeconomía, lo cual estaría a
cargo del Fondo (Monetario Internacional, FMI), (2) aumentar la
producción de petróleo, que cayó a la mitad desde 2014, y (3) atender el
área social, que es donde participaría el Banco Mundial junto a otros
organismos, como el Fondo, el BID (Banco Interamericano de Desarrollo), y
posiblemente la CAF (el Banco de Desarrollo de América Latina). Para el
Banco, las prioridades serían combatir la pobreza, que estimamos en
90%, y abordar la falta de comida y medicamentos. Estos planes no están
aún confirmados y son para aplicar cuando las circunstancias se den.
¿Cuándo será eso? No se sabe.
P: ¿Cuánto dinero se necesitará para ayudar a Venezuela?
R: Es muy difícil estimar, pero van a ser decenas de miles de millones de dólares.
P: Este año se prevé una tasa inflacionaria anual de 10.000.000%. ¿Cuánto tiempo llevará recuperar la economía?
R:
Ojalá pudiéramos saberlo. Ayudar a eliminar el déficit fiscal, y por lo
tanto la hiperinflación, será lo más rápido. Mejorar la producción de
crudo va a ser un poco más lento, porque (la estatal petrolera) PDVSA ha
sufrido de falta de mantenimiento y capacidad técnica. Atender lo
social quizás será lo que demore más, porque la crisis humanitaria y
social no tiene precedentes en la historia moderna de la región.
P: El informe señala "políticas altamente distorsivas" y "mala gestión en general".
R:
Venezuela adoptó, empezando por (Hugo) Chávez (entre 1999 y 2013) y
después con (Nicolás) Maduro, un modelo de desarrollo que claramente no
funcionó y que estuvo a cargo de gente que no estaba capacitada para
cumplir con las funciones básicas del Estado. Venezuela tiene las
reservas petroleras comprobadas más importantes del mundo, y PDVSA, que
siempre fue un pilar fundamental, se desmoronó. Venezuela es un ejemplo a
no seguir.
P: ¿Aplicar sanciones complica más el panorama?
R: No voy a comentar sobre eso porque es un tema político.
P:
Esta semana el principal asesor económico de la Casa Blanca, Larry
Kudlow, dijo que Estados Unidos prevé inyectar dólares en Venezuela si
el presidente Nicolás Maduro deja el poder. ¿Se está pensando dolarizar
Venezuela?
R:
Yo no dolarizaría. El 95% de las hiperinflaciones se solucionaron
eliminando el déficit fiscal con ayuda financiera, y estableciendo un
tipo de cambio fijo del dólar a la moneda doméstica por un plazo
establecido, que luego se puede flexibilizar.
P: Argentina entra en su segundo año de recesión y hay elecciones en octubre. ¿Qué se puede esperar?
R:
Confiamos en que se cumplirá la meta de déficit fiscal cero para este
año, y por eso proyectamos un crecimiento de 2,9% para 2020. Es
inevitable que la economía se contraiga cuando un país se ve obligado a
imponer una política fiscal y monetaria muy restrictiva a consecuencia
de una crisis financiera y cambiaria, como la que empezó en Argentina en
abril de 2018. Por eso vemos estos números rojos. Pero el gobierno se
ha preocupado mucho de implementar programas sociales para proteger a
los más vulnerables y creo que están funcionando bien.
P: ¿Por qué entonces hay tantos reclamos en Argentina?
R:
Si el Fondo no hubiera apoyado a Argentina con 57.000 millones de
dólares, la alternativa hubiera sido un 'default' al estilo
convertibilidad en 2001 y eso hubiera sido mucho, mucho peor. Si bien es
cierto que estos ajustes fiscales tienen un costo social que se trata
de ayudar a minimizar, son inevitables porque la alternativa es peor.
Tampoco nos olvidemos de la situación pésima de la economía que se
encontró la administración Macri.
P: ¿Otro ejemplo a no seguir?
R:
Otro ejemplo a no seguir. Es la prociclicalidad fiscal que se llevó a
cabo en Venezuela, en Ecuador, en Brasil. Un principio cardinal de las
finanzas públicas es ahorrar en las épocas buenas para cuando vengan las
malas. Eso en general no se hizo en la región en la Década de Oro
(2003-2013) por el auge de las materias primas. Y se están pagando las
consecuencias.
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