TOKIO.- El Banco de Japón inició hoy su reunión mensual de dos días
sobre política monetaria en la que se espera que mantenga sus medidas,
pero rebaje su previsión de crecimiento del IPC en un momento marcado
por la persistente incertidumbre global.
La
desaceleración económica mundial continúa afectando a los exportadores
japoneses, el crecimiento del país sigue siendo lento y su inflación se
mantiene muy por debajo del objetivo del 2 % fijado por el Banco de
Japón (BoJ).
El índice de precios de consumo en Japón subió un 0,8
% en marzo con respecto al año anterior y se espera que la entidad, que
también publicará este jueves su previsión económica trimestral,
mantenga un tono pesimista en la que será su primera proyección del
ejercicio de 2021 y la subida se sitúe por debajo de su esquivo
objetivo.
El BoJ ya revisó a la baja sus pronósticos de inflación para los ejercicios 2019 y 2020 el pasado enero.
El
informe trimestral Tankan de coyuntura económica del BoJ, publicado a
principios de mes, mostró que la confianza de las grandes empresas
manufactureras cayó siete puntos, la mayor pérdida desde diciembre de
2012, por temor a una caída de las exportaciones y producción por la
desaceleración de China y de la demanda.
Algunos economistas han
señalado también que la próxima subida del IVA, del actual 8 % al 10 %,
prevista para entrar en vigor el 1 de octubre de este año, contribuya a
perjudicar aún más el consumo privado, uno de los pilares de la tercera
economía mundial.
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