LA PAZ.- El presidente de Bolivia, Evo
Morales, condenó la detención este jueves en Londres del fundador de
WikiLeaks, Julian Assange, que consideró una "violación a la libertad de
expresión".
"Condenamos enérgicamente la detención de
#JulianAssange y la violación a la libertad de expresión", escribió el
mandatario boliviano en su cuenta en Twitter.
Morales expresó su solidaridad "con este hermano que es
perseguido por el gobierno de #EEUU por revelar sus violaciones a los
derechos humanos, asesinatos de civiles y espionaje diplomático".
Estados
Unidos acusó al fundador de WikiLeaks de "conspiración para infiltrase"
en sistemas del Gobierno para acceder a información clasificada, un
cargo por el que podría ser condenado a una pena de hasta cinco años de
prisión, según un comunicado del Departamento de Justicia
estadounidense.
La nota detalla que en marzo de 2010
el activista australiano se coordinó con la exsoldado Chelsea Manning,
que entonces trabajaba como analista de inteligencia para el
Departamento de Defensa de EE.UU. bajo el nombre de Bradley Manning,
para acceder a material clasificado del Gobierno.
Esta
colaboración dio pie a la filtración en el portal WikiLeaks de más de
700.000 documentos clasificados como secretos sobre las guerras de Irak y
Afganistán y cables del Departamento de Estado, lo que supuso un revés
para la diplomacia estadounidense.
Hasta la fecha se
creía que Assange había actuado como mero receptor de los documentos,
pero los cargos desvelados este jueves indican que EE.UU. considera que
el australiano y Manning trabajaron en equipo para obtener los
documentos y dificultar la identificación del origen de la filtración.
Assange
se encontraba recluido en la embajada de Ecuador en Londres desde 2012,
cuando pidió asilo a la legación diplomática del país latinoamericano
para evitar su extradición a Suecia, que entonces solicitaba su entrega
por presuntos delitos sexuales.
Aunque el caso en
Suecia se archivó, Assange permaneció recluido en la legación por temor a
que su salida activara la petición de extradición de EE.UU. y con ello
su inmediata detención.
Poco después de su arresto, un
juez británico lo declaró culpable de haber roto los términos de su
libertad condicional, por lo que podría enfrentarse a una pena de hasta
12 meses de prisión en el Reino Unido.
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