ROMA.- La Organización para la Cooperación y
Desarrollo Económicos (OCDE) calcula que el crecimiento de Italia se
contraerá un 0,2 % en 2019 y su déficit será del 2,5 % del producto
interior bruto (PIB), según el informe "Estudio económico de Italia
2019" publicado hoy.
En el documento, la OCDE anima
al país a realizar reformas estructurales que impulsen un crecimiento
inclusivo, fomenten las contrataciones y mejoren la calidad del empleo, y
ayuden al país a reducir su elevada deuda pública, que supera el 131 %
del PIB.
"Reducir la deuda tiene que ser una prioridad,
reforzaría la credibilidad del país", afirmó el secretario general de la
OCDE, Ángel Gurría, en una rueda de prensa, celebrada en el Ministerio
de Economía italiano.
El documento reconoce que
Italia se ha beneficiado en los últimos años de "las condiciones
económicas globales favorables y la política monetaria expansiva", pero
matiza que esta "recuperación se ha ralentizado" en un país que entró en
recesión técnica a finales de 2018, tras acumular retrocesos del 0,1 %
en el PIB del tercer y cuarto trimestre.
"La
ralentización de la economía urge al país a aplicar reformas que
impulsen el crecimiento y atajen los problemas económicos y sociales que
presenta", expuso Gurría.
La OCDE se refiere también
al subsidio para desempleados y la reforma del sistema de pensiones que
rebaja la edad de jubilación, dos medidas contenidas en los
Presupuestos Generales italianos para 2019 y que el Ejecutivo italiano
confía en que impulsen el crecimiento económico hasta el 1 % en 2019.
La OCDE admite que la ayuda al desempleo, llamada en Italia "renta de
ciudadanía", "asigna fondos adicionales significativos a los programas
de lucha contra la pobreza" pero argumenta que "su efectividad dependerá
de las marcadas mejoras en la búsqueda de programas de empleo y
capacitación".
El organismo aconseja al Gobierno
italiano reducir "los beneficios de estos ingresos para alentar a los
beneficiarios a buscar empleo".
Más crítico se
muestra con la reforma del sistema de pensiones, pues opina que
"penalizará el crecimiento a medio plazo" y puede generar desigualdad
intergeneracional y aumentar la deuda pública, si no se implementa
adecuadamente.
Por eso, insta a revertir los cambios
aprobados en esta normativa y "preservar el vínculo entre la edad de
jubilación y la esperanza de vida".
En cuanto al
empleo, afirma que la tasa de ocupación -que en enero se situó en el
58,7 %- ha aumentado en los últimos años, aunque "sigue siendo una de
las más bajas entre los países de la OCDE".
"Italia
enfrenta el doble desafío de reactivar el crecimiento y hacerlo más
inclusivo, mientras reduce progresivamente su deuda pública. Enfrentar
los desafíos estructurales de Italia requiere de un paquete de reformas
de varios años para lograr un crecimiento más sólido e inclusivo, y
reactivar la confianza en la capacidad de reforma del país", se lee en
el informe.
Finalmente, la OCDE aconseja a Italia
plantear un "gasto público más eficiente", continuar con la lucha contra
la evasión fiscal e incrementar las inversiones en el sector público.
El ministro de Economía de Italia, Giovanni Tria, afirmó por su parte
que la reducción de la deuda pública "no es solo una recomendación de la
OCDE, sino un objetivo de este Gobierno".
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