lunes, 29 de abril de 2019

Samaratransneft se desvincula de la contaminación del oleoducto Druzhba

MOSCÚ.- La compañía rusa Samaratransneft-terminal negó hoy estar vinculada con la contaminación de crudo en el oleoducto Druzba que afectó a los suministros de petróleo ruso a varios países de Europa.

"Samaratransneft-terminal informa de que no tiene ni puede tener relación alguna con la fuente de contaminación de petróleo del oleoducto Druzhba", indicó en un comunicado que firma el subdirector de la empresa, Antón Tomílov.
Según la nota, "la terminal mencionada en la declaración de Transneft fue vendida en 2017 a la compañía Nefteperevalka".
"Dicha terminal no está ubicada en la fábrica. En la actualidad no existe ningún tipo de relación comercial entre Nefteperevalka y Samaratransneft-terminal", añade la nota.
La compañía insistió en que la declaración del portavoz de Trasneft, Ígor Demin, realizada el pasado viernes, en la que calificaba la contaminación de deliberada y responsabilizaba a Samaratransneft-terminal de ello "es inadecuada".
"Samaratransneft-terminal tiene la intención de acudir a los tribunales", afirma la empresa, que pidió a Transneft rectificar sus declaraciones y dar el nombre del verdadero responsable de este hecho.
El pasado sábado, el ministro de Energía de Rusia, Alexandr Nóvak, decretó la creación de una comisión para investigar la contaminación del petróleo transportado por el oleoducto Druzhba.
La comisión estará integrada por altos funcionarios de entidades federales rusas, con la inclusión del Ministerio de Energía, el Ministerio de Industria y Comercio, el Servicio Federal Antimonopolios y la empresa Transneft, entre otros.
Anteriormente, el Ministerio de Energía de Rusia confirmó la contaminación del petróleo ruso con una alta concentración, de hasta 300 partes por millón, de cloruros orgánicos, utilizados para mejorar la producción del petróleo.
Estos componentes de aditivos y disolventes, en el caso de no ser eliminados, pueden convertirse durante el proceso de refinado en ácido clorhídrico o cloruro de amonio, y dañar las instalaciones.
El operador ruso de oleoductos Transneft también reconoció que el país bombea "por problemas técnicos" crudo contaminado de los Urales.
Bielorrusia fue el primer país que detectó la presencia de crudo contaminado en el ramal norte del oleoducto "Druzhba", y optó por cortar el flujo, decisión a la que el miércoles se sumaron también Polonia y Alemania.
Posteriormente, también Eslovaquia cerró su ramal al petróleo contaminado.
Transneft declaró que esta contaminación fue de carácter deliberado y se originó en un tramo perteneciente a la compañía privada Samaratransneft-terminal.
El primer ministro de Rusia, Dmitri Medvédev, exigió investigar este incidente y castigar a los culpables, además de encargar a las entidades especializadas crear mecanismos para evitar la repetición de este tipo de incidentes.

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