WASHINGTON.- El presidente de EE.UU., Donald
Trump, se distanció este jueves de WikiLeaks después de que su fundador,
Julian Assange, fuera detenido en las últimas horas en Londres a
petición del Departamento de Justicia estadounidense, que le acusa de
"conspiración" para infiltrarse en ordenadores del Gobierno.
"No sé nada sobre WikiLeaks. No es asunto mío", dijo el mandatario a
los medios de comunicación al recibir al presidente surcoreano, Moon
Jae-in, en la Casa Blanca.
Anteriormente, el mandatario estadounidense había
proclamado en varias ocasiones su "amor" por esa plataforma, cuyo
principal objetivo es sacar a la luz documentos clasificados.
Assange fue arrestado en la embajada de Ecuador en Londres a petición
de EE.UU., que acusa al activista australiano de coordinarse con la
exsoldado Chelsea Manning para descifrar claves de acceso a ordenadores
del Gobierno estadounidense con las que acceder a información
clasificada sin dejar rastro.
En 2010 Manning filtró a
WikiLeaks más de 700.000 documentos clasificados como "alto secreto"
sobre las guerras de Irak y Afganistán y cables del Departamento de
Estado, lo que supuso un revés para la diplomacia estadounidense y
alimentó un debate sobre el papel de EE.UU. en el mundo.
Trump dijo hoy jueves que no sabía "nada" sobre este asunto y agregó
que será el fiscal general de EE.UU., William Barr, el que decida cómo
proceder en adelante.
El año pasado, las autoridades
estadounidenses acusaron a un colaborador de Trump, Roger Stone, de
haber contactado con WikiLeaks durante la campaña electoral de 2016 para
pedirle que filtraran correos electrónicos de la entonces candidata
demócrata, Hillary Clinton, con el fin beneficiar a la candidatura del
ahora presidente.
Trump también se refirió este
jueves a la decisión de Barr de crear un grupo de trabajo para evaluar
si la ya concluida investigación de la llamada trama rusa, que ha
indagado sobre los presuntos vínculos entre su equipo electoral y Rusia,
pudo suponer un "abuso de autoridad" por parte del Gobierno.
Barr anunció ayer esa medida durante una audiencia ante el Senado en la
que destacó que las autoridades habían espiado al equipo de campaña de
Trump, aunque matizó que no tiene indicios de que esta vigilancia no se
hubiera producido conforme a la ley.
Trump expresó
hoy jueves su deseo de que se abra una investigación sobre lo ocurrido:
"Creo que lo que dijo (Barr) fue absolutamente cierto, totalmente
estaban espiando mi campaña (...). Iré un paso más allá, en mi opinión
fue un espionaje ilegal, sin precedentes. Algo que no debería permitirse
que vuelva a pasar en nuestro país otra vez", sostuvo.
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