BRASILIA.- El Banco Central de
Brasil (BCB) mantuvo el miércoles su tasa básica de interés en 6,5%,
mostrándose una vez más cauteloso ante la desaceleración de la economía y
la incertidumbre sobre las reformas del gobierno del ultraderechista
Jair Bolsonaro.
La decisión, adoptada por la unanimidad de los
nueve miembros del Comité de Política Monetaria (Copom), contempla un
escenario de "reanudación del proceso de recuperación gradual de la
actividad económica" y coincide con las expectativas del mercado, que no
preveía un recorte inminente de la tasa.
"Indicadores recientes de la actividad económica sugieren
que el enfriamiento observado al final de 2018 tuvo continuidad al
inicio de 2019", afirmó el Copom en su comunicado, al cabo de dos días
de reuniones.
El Comité también pondera los desafíos del escenario externo, marcado por un pulso comercial entre China y Estados Unidos.
"Por
un lado, los riesgos asociados a la normalización de las tasas de
interés en algunas economías avanzadas se muestran reducidos en el corto
y medio plazo. Por otro lado, los riesgos asociados a una
desaceleración de la economía global permanecen", apuntó.
La tasa
básica Selic, principal instrumento del BCB para controlar la
inflación, está en su mínimo histórico de 6,5% desde marzo de 2018.
Analistas
apuntan que, aunque el Comité podría tener la tentación de recortar la
Selic para estimular la actividad, mantendrá su cautela.
"A pesar
de tener espacio para cortar, el BC va a esperar a que la Reforma de
las Jubilaciones avance. Y por ahora está bastante atrasada", dijo André Perfeito, economista de la consultora Necton.
La
propuesta, considerada esencial por el gobierno y el mercado para sanear
las cuentas públicas y poner en marcha la economía, comenzó a ser
debatida esta semana en una comisión especial del Congreso y exigirá una
mayoría especial para ser aprobada, puesto que supone una reforma de la
Constitución.
El proceso legislativo podría llevar varios meses.
La
tasa básica de interés estuvo en un estratosférico 14,25% desde julio
de 2015 hasta octubre de 2016, para contener una inflación que había
llegado al 10,67% en 2015. Pero luego el Copom encadenó sucesivos
recortes hasta dejarla en marzo de 2018 en su nivel actual del 6,5%.
La
inflación de 2018 (índice IPCA) fue del 3,75%, algo superior al 2,95%
de 2017, pero en ambos casos por debajo del centro de la meta de 4,5%,
con un margen de tolerancia de 1,5 puntos porcentuales.
El centro de la meta será este año de 4,25%, lo cual exigirá un rigor aún mayor.
El
PIB de Brasil creció apenas un 1,1% tanto en 2017 como en 2018, y el
mercado proyecta una expansión del 1,49% para este año, según el último
sondeo del Banco Central (Boletín Focus).
La recuperación anémica
de la economía mantiene alto el nivel de desempleo, que afecta al 12,7%
de los brasileños económicamente activos: 13,4 millones de personas.
Las
cifras de la industria también confirman las dificultades de tracción
de la economía brasileña. En marzo, la producción industrial se contrajo
un 1,3% respecto a febrero, acumulando una caída del 2,2% interanual en
primer trimestre.
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