WASHINGTON.- El Departamento del
Tesoro de Estados Unidos aumentó la cantidad de países que vigila, pero
nuevamente encontró que ni China ni otros socios comerciales manipularon
sus monedas.
El Tesoro pidió a China que evitara el persistente
debilitamiento de su moneda, una estrategia que le da ventajas
competitivas a los productos chinos.
Alemania sigue en la lista de vigilancia de Estados Unidos
debido a su elevado superávit comercial, al igual que Japón y Corea del
Sur. El Tesoro dice que esos países "deben poner atención en sus
prácticas monetarias".
A pesar de su dura guerra arancelaria con
China para reducir su déficit comercial bilateral, el Departamento de
Tesoro evitó echar más leña a la hoguera.
Las tensiones entre las
mayores potencias mundiales se elevó en las últimas semanas cuando el
presidente Donald Trump acusó a Pekín de incumplir compromisos y vetó su
mercado al gigante de las telecomunicaciones chino Huawei.
El
secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo que su organismo "toma muy
en serio toda práctica monetaria potencialmente desleal" y "trabaja
vigorosamente para lograr un crecimiento más solido y asegurar que el
comercio se expenda de tal forma que ayude a los trabajadores de Estados
Unidos y los proteja de acciones comerciales desleales de otros
países".
El informe llegó a la conclusión de que la intervención
del Banco Popular de China (central) "ha sido muy limitada en el último
año".
Sin embargo, Estados Unidos "sigue reclamando a China dar
los pasos necesarios para evitar la persistente debilidad de su moneda".
Mnuchin
dijo que el Tesoro "está extendiendo la cantidad de países a los que le
vigila el comportamiento de sus monedas a fin de que apliquen políticas
más justas y transparentes".
En la nueva lista, hay otros nueve países; incluyendo a Irlanda, Italia, Malasia, Singapur y Vietnam.
Con
este informe, el Tesoro pone el ojo en todo socio comercial que tenga
un superávit en el comercio de bienes superior a los 40.000 millones de
dólares.
Basado en el comercio de 2018, ese criterio abarca 21
países que comercialicen bienes valorados en unos 3,5 billones de
dólares con Estados Unidos, según el informe.
La moneda china perdió un 8% ante el dólar el año pasado.
Un
alto funcionario del tesoro dijo a periodistas que China aún merece ser
monitoreada "dada su importancia y su gran y creciente superávit".
El
análisis del Tesoro podría tornarse aún más importante luego de que el
Departamento de Comercio anunciara la semana pasada que intenta cambiar
sus reglas para así imponer castigos aduaneros a países "que subvalúan
sus monedas en relación al dólar lo cual resulta en un subsidio a sus
exportaciones".
El texto del Departamento de Comercio es
ampliamente simbólico y solo alude a consultas a los países que
manipulan sus monedas pero tendrá más efectos si ese departamento puede
imponer tarifas punitivas.
Por tercer año, Alemania sigue bajo
escrutinio. El Tesoro advierte que el país europeo tiene "el mayor
superávit de cuenta corriente del mundo" y un superávit de 68.000
millones de dólares en la balanza comercial con Estados Unidos en 2018.
Alemania
sigue en la lista, como Italia e Irlanda, pero son parte de la eurozona
y esos países ya no controlan su política monetaria la cual es manejada
por el Banco Central Europeo.
Singapur cuestionó su inclusión en
la lista. Su banco central dijo que "no manipula la moneda para lograr
ventajas exportadoras".
El informe eliminó a India y Suiza porque solo cumplían uno de los criterios requeridos para ser vigilados.
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